¿Su perro persigue las sombras de forma casi atrevida? Puede parecer gracioso, pero en realidad es un comportamiento que podría ocultar un problema más grave: descubramos cuál es y cómo solucionarlo.
Puede haber perros que se pasen la mayor parte del día persiguiendo luces y sombras, ignorando cualquier otro estímulo que se les ofrezca y mostrando una verdadera osión hacia ellas. Por mucho que le divierta ver esa reacción, si se repite en el tiempo es importante investigar y corregir el comportamiento lo antes posible.
Esta acción podría incluirse en el espectro de los comportamientos obsesivo-compulsivos en los perros, al igual que otros actos como cuando un perro mira fijamente a la pared o se muerde a sí mismo, o se da la vuelta o muerde el aire. Es decir, son el tipo de acciones que el animal es llevado a realizar de forma incontrolada, idéntica y repetida a lo largo del día, sin un propósito claro y definido pero que el perro quiere realizar a toda costa, como si de un reto se tratara. En casos extremos, las consecuencias para el animal también pueden ser graves: pérdida de peso, sueño, cansancio permanente y un estado de malestar general.
Perseguir las sombras también puede provocar ansiedad y frustración en el perro. Si su perro vive en espacios reducidos, no se le saca a pasear o no recibe la estimulación física o mental adecuada que necesita, puede ver las sombras como un juego al que hay que agarrar: esto nunca ocurrirá y su perro se volverá cada vez más ansioso y frustrado.
La gran sensibilidad de nuestros amigos de cuatro patas a los cambios también puede provocar estos comportamientos anómalos, cuya gravedad debe reconocerse y corregirse a tiempo, antes de que se conviertan en compulsivos. La mudanza a un nuevo hogar, la llegada de un nuevo miembro de la familia o el hecho de sentirse descuidado y abandonado pueden alterar la estabilidad emocional del perro.
También hay ciertas razas que son especialmente propensas a perseguir las sombras, como los perros pastores. Tienen uninstinto innatopara mantener todo bajo control, para restablecer el orden y unir las sombras, como hacen con un rebaño. En estos casos, puede ser útil que su perro haga ejercicios para satisfacer estas necesidades, con una actividad constante.
Su perro persigue las sombras: posibles soluciones
Si su perro persigue las luces o las sombras, el primer consejo es que no le regañe, ya que sólo se arriesgaría a empeorar la situación sin resolver el problema.
Si crees que la acción está en una fase inicial y puede convertirse en un problemas de comportamiento, es útil intentar reorganizar el entorno dentro de la casa. Por ejemplo, es posible eliminar los objetos que reflejan la luz y aplicar todas las medidas necesarias para evitar las sombras que se proyectan en las paredes o el suelo, como el uso de cortinas oscuras en las habitaciones.
Por lo tanto,evitar el estímulo puede resolver el problema, ya que el perro estará menos tentado y, por lo tanto, menos estimulado a la acción. Puede pasar gradualmente a habitaciones poco iluminadas permaneciendo cerca de su perro y recompensándolo con caricias y premios si permanece tranquilo.
Otra táctica podría ser la de la distracción: en cuanto aparezcan las sombras, desplace la atención de Bobi hacia un juego o cualquier otra cosa que le haga actuar de forma diferente, teniendo mucho cuidado de no interrumpir su reto con otro.
Por último, especialmente en el caso de perros muy activos, es aconsejable establecer una cantidad constante de ejercicio diario. Se puede sugerir una rutina de tres horas de ejercicio, repartidas en dos o tres momentos del día, para que el perro pueda satisfacer sus necesidades de ejercicio. Los paseos largos y las actividades dirigidas pueden ser beneficiosos para ambas partes, y la relación entre el dueño y el animal puede mejorar mucho.
En la mayoría de los casos, si se trata de un trastorno obsesivo/compulsivo, el problema puede resolverse sin medicación, con habilidad y paciencia.
Si las indicaciones dadas no consiguen mejorar la situación, el consejo final es consultar a un etólogo, es decir, a un veterinario especializado en etología y comportamiento animal, para que evalúe el caso concreto y ponga en marcha las medidas correctoras.