¿Puede su perro comer aceitunas? Riesgos y beneficios de este alimento

¿Puede su perro comer aceitunas? Veamos los posibles beneficios o riesgos de consumir este alimento.

el perro puede comer aceitunas

Todos los que conviven con una mascota quieren sólo lo mejor para su amigo de cuatro patas.


Por eso, lo mejor es ofrecer a tu perro los mejores productos, de excelente calidad, que le proporcionen todo lo que necesita para crecer sano.


Una vez hecho esto, no hay que preocuparse por dar al perro más comida o restos de nuestro almuerzo. Sin embargo, hay algunas personas que simplemente no pueden hacer frente a las peticiones del perro, hechas con ojos lánguidos y dulces.


En este artículo descubriremos si su perro puede comer aceitunas en general.

el perro come aceitunas

Muy a menudo, sin ser conscientes de que están cometiendo un error, las personas comparten cualquier alimento con su perro. En algunos casos, esto puede provocar una intoxicación alimentaria en el animal, que requiere la intervención de un veterinario.


Por desgracia, hay bastantes alimentos para humanos que están total o parcialmente prohibidos para los perros. Lo que nos preguntamos hoy es si el perro puede comer aceitunas.


En primer lugar, nos gustaría recordar a nuestros lectores que cada perro es diferente y que sólo un veterinario que conozca bien a su perro podrá determinar si es apropiado ofrecer ciertos alimentos a su amigo de cuatro patas.


Dar devez en cuando a su amigo de cuatro patasuna o dos aceitunas sin sal no le causará ningún problema.


Por otro lado, si su perro se traga un plato de aceitunas, esto puede provocar graves problemas gastrointestinales.


Por supuesto, antes de ofrecerle aceitunas a tu perro, debes pedirle consejo a tu veterinario, ya que nadie conoce mejor los problemas e intolerancias de tu perro que él.


Sin embargo, aunque las aceitunas no pueden formar parte de la dieta del perro, pueden aportar muchos beneficios, como



  • reducen el colesterol y la presión arterial;

  • son ricos en minerales preciosos, como el calcio;

  • bueno para la vista, los huesos y el pelaje;

  • excelente para combatir formas de cáncer;

  • tienen poderes antiinflamatorios;

  • rica en vitaminas (A, E y K).

Por lo tanto, privado del hueso y comido en la naturaleza para mantener los niveles de sodio bajo control, el perro puede comer aceitunas, pero a ración.


Hay que tener en cuenta que los perros en la naturaleza no buscarán las aceitunas del supermercado, sino que como mucho comerán las maduras de la rama.


Sin embargo, como ya hemos comentado, existen dos variedades de aceitunas, las verdes y las negras, y ambas, si están libres de sal, podemos ofrecérselas a nuestro amigo de cuatro patas sin dañar su organismo.


La elección dependerá única y exclusivamente de la preferencia de Bobi. Obviamente, nunca ofrezcas a tu perro una aceituna de un cóctel alcohólico, porque como sabes, el alcohol es tos para los perros.


Lo mismo ocurre con las aceitunas rellenas, ya que suelen contener anchoas, gorgonzola o queso feta, que también son alimentos tos para nuestro Bobi.


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Riesgos


Las aceitunas naturales no sólo tienen muchos de los beneficios mencionados anteriormente, sino que también tienen un alto contenido en grasa.


Si su perro consumiera involuntariamente una cantidad excesiva de ellos, podría correr el riesgo de desarrollar una pancreatitis en su perro, que requeriría entonces una intervención quirúrgica.


Además, los expertos recomiendan dar en pequeñas dosis cualquier alimento que sea nuevo para el perro.


Esta es la forma más rápida de saber si el animal es intolerante o simplemente no le gusta la comida que le ofrecemos.


Por lo tanto, empiece con trozos pequeños y compruebe si el animal muestra signos de alergia o malestar intestinal.


Las reacciones que se desarrollarán en el caso de la intolerancia alimentaria pueden ser



  • Vómitos matutinos en ayunas, deseo exagerado de hierba, flatulencia, diarrea o estreñimiento en el perro;

  • cistitis, también hemorrágica;

  • picor, caspa, enrojecimiento, seborrea, dermatitis, lamido de la pata, pelo enmarañado;

  • lagrimeo constante, enrojecimiento y conjuntivitis;

  • temblores, enrojecimiento y otitis;

  • halitosis, sobreproducción de sarro, gingivitis y estomatitis crónicas, laringitis y faringitis;

  • trastornos del crecimiento, obesidad canina.

Por tanto, es necesario tener mucho cuidado con lo que le das a tu mascota, ya que las enfermedades transmitidas por los alimentos son mucho más comunes de lo que imaginas y afectan tanto a perros como a gatos.

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