Ruidos repentinos e inusuales: entender las causas para ayudarlo

Bobi suele asustarse con los ruidos repentinos e inusuales: aquí se explica cómo puede reaccionar y cómo calmar a un perro que tiene miedo a los ruidos.

Nuestros perros a menudo te dejan sin palabras con sus reacciones, que, a nuestros ojos, pueden parecer excesivas. Pero en realidad, lo que para nosotros puede formar parte de la vida cotidiana puede ser interpretado como un peligro por nuestro amigo de cuatro patas. En realidad, hasta el ruido de un electrodoméstico puede ser motivo de preocupación cuando no se conoce bien, por no hablar de los estruendos e incendios que se elevan de repente al cielo con un ruido ensordecedor. He aquí, pues, los ruidos más aterradores para Bobi y qué hacer si un perro tiene miedo a los ruidos.

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Miedo al ruido y a la audición en los perros: cómo están relacionados

Sabemos que, en general, los sentidos de un perro están mucho más desarrollados que los de un humano, así que imaginemos que nuestra capacidad para oír y percibir ruidos es mucho más «extensa» (Lee aquí: El oído de los perros: todo lo que debes saber sobre este sentido). Por lo tanto, podemos entender por qué un perro se aterroriza cuando oye ruidos que no reconoce y a los que no está en absoluto acostumbrado. Pueden ser los truenos, las bocinas de los coches, los fuegos artificiales o el «banal» ruido de un electrodoméstico al encender la aspiradora lo que le hace saltar de miedo. Por lo tanto, la diferencia ancial es que, además de reconocer sonidos y ruidos, porque estamos más acostumbrados a ellos, también tenemos un oído menos sensible a las frecuencias de la banda a. Los perros, en cambio, son mucho más sensibles a las frecuencias altas y sus oídos se mueven y orientan en la dirección de las suyas para percibirlas mejor.

El perro tiene miedo al ruido: todas las causas posibles

Es cierto que una de las principales razones por las que un perro se asusta ante los ruidos fuertes y repentinos es su capacidad auditiva altamente desarrollada, pero también hay otras causas que contribuyen a este terror. He aquí, pues, por qué el conocimiento de las caues está en la raíz de su fobia y cómo ayudarle a no tenerles miedo.

• Alimentación inadecuada: si tu perro se ha criado demasiado «protegido» y resguardado de cualquier ruido que pueda molestarle desde cachorro, de mayor se asustará aún más cuando escuche ruidos exteriores. Si se educa a un perro «bajo una campana» se corre el riesgo de que no esté preparado cuando escuche por primera vez el sonido de una sirena o una tormenta eléctrica, simplemente porque no está acostumbrado.


• Trauma: Las experiencias pasadas también pueden afectar a su sensibilidad al ruido. Al igual que los humanos, los perros también pueden atribuir ciertas sensaciones, a menudo no agradables, a los ruidos. Así pues, un ruido fuerte puede estar relacionado con una experiencia mala y estresante, que provoca un gran malestar y terror interior (Lea aquí: Los traumas en los perros pueden afectar a su personalidad y comportamiento). Y también pueden ser experiencias no estrictamente relacionadas con el perro, sino también con el dueño o alguien muy cercano a Bobi.


• Genética: Algunas razas de perros, más que otras, desarrollan una audición especialmente sensible a los sonidos agudos. Ciertas frecuencias, que nosotros no podemos oír en absoluto, pueden ser molestas para nuestro perro. Es obvio que algunos perros, como los de caza, tienen menos miedo a los golpes y sonidos producidos por las lagartijas, de lo contrario no reaccionarían ante ellas.


• Miedo «indirecto»: cuando no es el perro, sino una persona cercana a él, quien muestra miedo y temor. Por lo tanto, si el propietario o cualquier persona cercana a Bobi reacciona de manera exageradamente asustada cuando oye un ruido, es muy probable que el perro reaccione de la misma manera.

El perro tiene miedo de la tormenta: su amigo el gato lo afea así FOTO

Cómo ayudar a un perro asustado

En la medida de lo posible, debemos intentar evitar los golpes y los ruidos, o al menos evitar provocarlos. Si esto no es posible, por ejemplo en una tormenta o en el coche, intentamos que el evento sea lo menos traumático posible. En primer lugar, no parezcamos demasiado asustados y no gritemos, pues de lo contrario el perro se aterrorizará con sólo mirarnos. He aquí, pues, todos los métodos para calmar a un perro o, al menos, acostumbrarlo a los ruidos que puede oír.

Ruidos grabados: puedes comprar CDs de audio con grabaciones de los ruidos que más frecuentemente asustan a los perros. Hay todo tipo de ruidos: acostumbrar a tu perro a escucharlos hará que esté más «preparado» cuando los oiga en directo. Empieza con un volumen bajo y súbelo a medida que tu perro sea más valiente.

Refuerzo positivo: cuando su perro se asuste por los ruidos, incluso por los grabados, intente calmarlo dándole su bocadillo favorito. Comprenderá que no hay nada que temer, porque también tiene a su dueño a su lado.

Chaleco ansiolítico: se trata de un accesorio, un arnés, que debe llevar el perro y que le hace sentirse protegido y tranquilo. También se utiliza si un perro ansioso necesita sentir el calor del arnés para calmarse. Puede ser útil rociar el arnés con feromonas para perros, que también tienen un efecto tranquilizador.

No leobligues: no le obligues a hacer lo que no quiere hacer cuando está asustado, como salir de su escondite cuando ha oído un ruido fuerte. Forzarlo no servirá de nada, salvo para arruinar la relación de confianza que se ha creado entre perro y dueño.

Experto en comportamiento: un etólogo puede ayudar a calmar a un perro que tiene miedo a los ruidos fuertes, especialmente si Bobi ha sufrido traumas especialmente violentos. Le sugerirá los mejores métodos para calmar a un perro que tiene miedo a los ruidos fuertes.