grasas para perros: las que son buenas para su salud…Por – 28 de septiembre de 2020
No todas las grasas son malas. Algunos son muy buenos para la salud de Bobi. A continuación, te explicamos qué grasas son las mejores y cuáles debes evitar.
Cuando la gente oye el término «grasa», suele levantar la nariz ante él, aunque se trate de la dieta de nuestro perro. Sin embargo, como veremos, las grasas tienen una importancia fundamental en la dieta de Bobi. Son muy importantes y hay que saber elegir los más adecuados para el bienestar del perro y los que hay que evitar a toda costa por sus desagradables consecuencias para el organismo. He aquí, pues, una serie de consejos sobre las grasas para tu perro y cómo incluirlas en su dieta.
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Grasas para Bobi: por qué son importantes
Si pensamos que hay que evitar a toda costa las grasas en la dieta de nuestro querido amigo de cuatro patas, ¡estamos absolutamente equivocados! Las grasas, aunque en cantidades limitadas y controladas y mediante adaptaciones, deben incluirse en su dieta (leer aquí: ). Sus funciones son muy importantes y tienen numerosas ventajas para el organismo de su mascota. Estos son
- aportan Omega 3 y Omega 6 (para la piel y el pelo del perro),
- ayudan al sistema renal,
- ayudan al aislamiento térmico,
- forman «almohadillas» que protegen las partes internas,
- Favorecen la absorción de las vitaminas liposolubles A, D, E y K,
- ayuda al sistema inmunitario (el perro tiende a enfermar menos).
Buenos y malos: ¡no todos son iguales!
No todas las grasas son iguales. Hay varios tipos de grasas y es muy importante distinguir entre las de alta y baja calidad. Las grasas de alta calidad son verdaderas fuentes de grasa, como el pescado (salmón y pescado blanco), pero también la grasa de pollo, cerdo o pato.
Pero también son grasas de baja calidad, como las derivadas de grasas animales, aceites vegetales, manteca de cerdo y salsas. Así que hay que tener mucho cuidado con las «cantidades» y mucho dependerá también del estilo de vida del perro. Un perro de trineo, que siempre está trabajando y, por tanto, gastando energía constantemente, necesitará aproximadamente un 50% de grasa en su dieta. La ayuda de su veterinario será crucial en esta evaluación.
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Grasa para perros: los riesgos
Entonces, ¿todo lo negativo que piensas de las grasas es una mentira? No, porque existen riesgos asociados a la ingesta incorrecta de grasas. Los que hay que temer son los lípidos, es decir, las pequeñas unidades que componen la grasa. No los imitan, pero sí se acumulan en el organismo, lo que a la larga dará problemas, sobre todo si el perro está acostumbrado a tomarlos.
Los lípidos se acumulan primero en el tejido adiposo y luego en las arterias, provocando importantes obstrucciones en la circulación de la sangre y, por tanto, en el funcionamiento de varios órganos, principalmente el corazón. Por ello, los perros que comen habitualmente muchas grasas tendrán problemas cardíacos y circulatorios, sufrirán un hígado debilitado y una inflamación del páncreas. En particular, el páncreas, que está hecho de grasa, comienza a «autodestruirse» y a dañar otros órganos, a través de la pancreatitis (Lea aquí: Pancreatitis en perros: causas, síntomas, tratamiento y cómo prevenirla).
¿Grasas animales o vegetales?
En primer lugar, es bueno ver la diferencia entre los dos tipos. La grasa animal debe incluirse siempre en la dieta de Bobi en una proporción de al menos el 15-25%. En ausencia de grasa, el cuerpo del animal tiene que utilizar proteínas, que, sin embargo, sólo proporcionan la mitad de la energía que puede derivarse del consumo de grasa y que, a largo plazo, pueden causar problemas renales y hepáticos.
Cuando se trata de carne animal, se tiende a eliminar la grasa y se recurre principalmente a las dietas caseras co Barf (Lea aquí: Dieta BARF: así es como y cuándo se recomienda). La carne demasiado magra no es recomendable para los perros, pero es bueno que la grasa tenga un bonito y «sano» color blanco.
Las grasas vegetales, por su parte, son las contenidas en el aceite vegetal. Contienen linoleico (LA, Omega 6) y suelen ser las preferidas en la dieta de Bobi. Los aceites de este tipo son: aceite de linaza, aceite de maíz y aceite de girasol.
Grasas para perros: las que hay que evitar
A menudo es culpa nuestra, cuando nos ablandamos ante los dos tiernos ojos que miran nuestro plato durante las comidas. Dar a tu perro las sobras de nuestra comida, o la mantequilla o la grasa de los embutidos que solemos desechar, es lo más perjudicial para su salud. La manteca de cerdo, el sebo y el tocino también están en la lista. Como alternativa, podemos preferir los alimentos industriales, que contienen la cantidad adecuada de grasa para el perro.