Hace unos días, una querida clienta mía escribió en su muro social: «¡Ha llegado el verano! Hola, apetito de Gaia, ¡encantado de conocerte!». Una frase irónica que, sin embargo, refleja la realidad de muchas familias que conviven con animales: durante el periodo estival, muchos caninos comen menos y rechazan la comida que disfrutaban unos días antes. En este artículo analizaremos por qué se produce este comportamiento, pero sobre todo pensaremos juntos en posibles soluciones.
Contenidos
¿Por qué los perros comen menos en verano?
En primer lugar, hay que aclarar: no todos los perros comen menos cuando llegan las altas temperaturas. Entre las que más sufren el calor están las razas caninas nórdicas (Alaskan Malamut, Siberian Husky en primer lugar), las razas primitivas como Akita Inu, Shiba Inu y Wolfhounds checoslovacos (ya difíciles de satisfacer durante el periodo invernal) y los perros braquicéfalos como Bulldogs ingleses, Bouledogs franceses y otros. Obviamente, otros perros, tanto de raza como no, pueden rechazar la comida con la llegada del calor, tanto por razones de individualidad(cada perro es un mundo), como por patologías. En algunos casos, de hecho, la inapetencia es el primer signo de una ligera náusea, que esconde una patología. Este es, por ejemplo, el caso de Gaia, a quien he mencionado antes, que tiene una enfermedad renal crónica que reaparece, en forma de náuseas, sobre todo durante el verano.
Sí, pero ¿por qué un perro sano deja de comer cuando llega el calor? Para la mayoría de los perros, no hay ninguna razón en particular. Algunos perros lo hacen porque están agotados por las altas temperaturas, otros, como los braquicéfalos, suelen tener problemas respiratorios que se agravan con el calor y esto puede disminuir sus ganas de acercarse al cuenco. Sin embargo, en la mayoría de los casos se trata de una falta de apetito temporal, que puede controlarse con unas pequeñas medidas.
Qué hacer si su perro no come en verano
Si la ingesta de alimentos de nuestro perro disminuye durante el verano, primero debemos entender cuánto está comiendo realmente. Puede considerarse normal que su perro coma algunos días un poco menos de lo habitual (incluso la mitad de su ración diaria). Sin embargo, si su perro no come nada en absoluto durante más de 24 horas, debe consultar a su veterinario.
Sin embargo, en el caso de la desnutrición leve, una de las primeras medidas importantes es dar comida sólo a horas más frescas. Evite alimentar a su mascota a la hora de comer, durante las horas más calurosas del día, ya que es el momento en el que es más probable que tenga menos apetito.
Dejar siempre un cuenco de agua a mano es otro consejo que nunca está de más. El agua debe ser fresca, cambiada al menos 2 o 3 veces al día, pero nunca helada. Cambiar el cuenco de agua con frecuencia anima al perro a beber más, manteniendo un buen estado de hidratación, que es esencial para todos los procesos orgánicos.
Muchas familias piensan que, cuando hace calor, la mejor solución para un perro es quedarse en casa, quizá con el aire acondicionado puesto. En realidad, los paseos en las horas más frescas de la mañana y la noche ayudan a estimular el apetito, mientras que la inactividad puede disminuirlo. Aunque hay que mantener el sentido común (no pasear durante las horas más calurosas del día), 20-30 minutos de paseo a paso ligero a primera hora de la mañana y por la tarde después de las 19 horas son la panacea, tanto para el perro como para el miembro de la familia que le acompaña.
Otra medida importante es no dejar comida tirada, aunque sea comida comercial seca. En contacto con el aire caliente del verano, las croquetas también pueden sufrir un proceso de oxidación de la grasa, lo que las hace no sólo menos apetecibles, sino también un riesgo para la salud de su perro. Por lo tanto, si tu perro no come, debes tirar o guardar en la nevera la comida que quede en el cuenco, aunque sea comida comercial.
La alimentación del perro en verano
Si, con la llegada del calor, nuestro perro empieza a reducir la ingesta de alimentos, tendremos que idear una solución útil para ese sistema familiar concreto. Como hemos visto, hay algunos trucos que siempre son válidos, como cambiar el horario de las comidas, cambiar el cuenco de agua con frecuencia y pasear al perro a horas más frescas.
En general, un buen consejo en todos los casos es elegir un alimento que sea más apetecible para su perro. Paradójicamente, con la llegada del verano, las necesidades calóricas de su perro pueden incluso aumentar. De hecho, para refrescar el cuerpo, el perro utiliza una respiración rápida llamada polipnea, que requiere un esfuerzo muscular intenso y continuo. Así que decidir simplemente que «si no come, comerá» no es una buena idea. Las calorías son esenciales para el organismo, ¡incluso y especialmente en esta época del año!
Así que no existe el vicio. Se trata de satisfacer una necesidad diferente de nuestro perro, dictada por el calor. Pedir consejo a su veterinario para encontrar un alimento que sea bueno y saludable para su perro es siempre la mejor solución.
En general, la comida húmeda (comida enlatada) es más sabrosa para un perro. Como estos alimentos también son más ricos en agua, elegir una buena comida enlatada o, mejor aún, una dieta casera o BARF, tendrá el doble beneficio de ser buena y útil.
Cómo estimular el apetito de su perro cuando llega el calor
Cada perro es diferente, pero como hemos visto, un primer consejo es optar por un alimento que realmente le sepa mejor a tu perro. Dejando atrás las ideas preconcebidas sobre los vicios, saber satisfacer sus gustos es el primer paso para que vuelva a comer feliz.
Hacer de la comida un juego también puede ser una buena estrategia. Organizar un juego de búsqueda o introducir parte de su dosis diaria de comida en un juego tipo Kong puede despertar de nuevo el interés de nuestro perro por la comida.
También suelo utilizar yogur o kéfir blanco entero, sin azúcar, para los perros, para los que no es perjudicial. El yogur, de hecho, aporta enzimas lácteas vivas y vitales y puede ser tanto un tentempié especialmente popular incluso para los perros poco apetecibles como una ayuda para un intestino que puede estar sufriendo ligeramente. El yogur también podría incluirse en un juego tipo Kong, combinando así lo bueno con lo agradable.