El verano está aquí y mucha gente se va de vacaciones con sus mascotas sin pensar en los riesgos. He aquí 8 peligros del verano para su perro.

El verano es la estación de la diversión, la libertad y las vacaciones, y algunas personas se llevan a su amigo de cuatro patas para divertirse. Pero poca gente sabe que hay muchas situaciones peligrosas que pueden surgir al llevar a su mascota con usted.
Para prevenir estos riesgos o saber cómo afrontarlos, he aquí 8 peligros que no hay que subestimar cuando se va de vacaciones conla mascota.
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Deshidratación
El primer problema muy grave que puede sufrir tu amigo peludo es la deshidratación. La deshidratación también provoca un aumento de la temperatura corporal del perro, lo que significa que se sentirá más caliente de lo habitual. Por ello, es importante que su perro tenga siempre agua fresca y limpia a su disposición. Así que cuando salgas a dar largos paseos con tu perro, llévate una botella de agua.
Golpe de calor
Uno de los problemas más frecuentes del veranoenlos perros debido al alto calor es el golpe de calor. Los síntomas de este trastorno, muy visibles en nuestro amigo de cuatro patas, son:
Si tu perro presenta los síntomas mencionados, debes llevarlo al veterinario. Para evitar que su perro sufra un golpe de calor, no debe dejarlo en el coche, proporcionarle siempre sombra y, sobre todo, darle siempre agua fresca.
Quemaduras de sol
Los perros pueden sufrir quemaduras solares en verano si se les deja demasiado tiempo al sol, lo que puede provocar cáncer de piel, por lo que es importante prevenirlo. Los perros suelen quemarse en las partes del cuerpo que no están cubiertas de pelo, es decir, la nariz, las orejas y el vientre. Para evitar las quemaduras solares en tu perro, puedes comprar una crema solar adecuada para mascotas y aplicarla en las zonas de mayor riesgo.
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Asfalto caliente

Es un hecho conocido que el asfalto puede ser muy caliente en verano, tanto para nosotros como para nuestros amigos de cuatro patas. Para evitar que su perro se queme las patas durante los paseos, es aconsejable pasearlo durante las horas más frescas. Por eso, intenta pasear con tu amigo peludo a primera hora de la mañana o al final de la tarde, cuando el sol no es abrasador. Además, prefiere los lugares con zonas súper frescas, como la hierba o la tierra.
Infecciones bacterianas
En verano es natural que su amigo de cuatro patas prefiera estar mucho en el agua, sobre todo si pertenece a una de las razas de perros a las que les gusta nadar. Pero esto puede dar lugar a infecciones bacterianas o de algas, especialmente si su perro se baña en un río o lago. Por esta razón, procura estar siempre atento a los movimientos de tu perro.
Insectos y parásitos
Hay muchos insectos presentes durante los periodos melódicos que pueden ser una molestia tanto para nosotros como para su perro, ya que es muy común en verano notar la picadura de algún insecto. A menos que tenga una reacción alérgica, no es necesario acudir al veterinario inmediatamente. Por lo tanto, es muy importante vigilar al perro, ya que a menudo corre el riesgo de tragarse el insecto y provocar dolores de estómago.
Además, no olvides que las pulgas y garrapatas también pueden atacar a tu perro en verano, por lo que es importante que apliques un repelente de pulgas a tu peludo.
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Annento

Aunque hay perros a los que les encanta nadar, son muchos más los que no lo hacen. Si tu amigo peludo pertenece a esta última categoría, podría ahogarse. Para evitarlo, debes hacer que tu perro lleve un chaleco salvavidas, que sea acogedor para el perro y tenga un asa por si tienes que agarrar o sujetar a tu amigo de cuatro patas. No obstante, es aconsejable vigilar a su mascota en todo momento.
Fiestas de barbacoa
A menudo se celebran barbacoas en las noches de verano sin pensar que esto también puede ser un peligro para su perro. Puede ocurrir que tu perro, atraído por el olor de la carne, se acerque demasiado a la barbacoa y se queme. Además, algunos de los alimentos utilizados en las barbacoas pueden ser perjudiciales para tu perro, como los huesos de pollo o de cerdo, ya que pueden dañar sus intestinos.