aquí se explica por qué y cómo actuar

¿Su cachorro recién adoptado llora toda la noche y no sabe qué hacer? Estos son algunos consejos útiles para resolver el problemas


Un nuevo y pequeño miembro de su familia se ha unido a su vida: gran alegría y emoción, pero también algunos temores. Pensabas que tu cachorro ya se sentía cómodo en su nueva y acogedora cama o rodeado de tus atenciones. Pero por la noche no deja de llorar. No te preocupes: no eres incapaz de manejar al perrito. Es sólo una cuestión de tiempo: dale a él y a ti tiempo para «adaptarse» a la convivencia. Ármate de paciencia y no le grites para que se calle: sólo conseguirás aumentar su llanto.


El cachorro es realmente pequeño, no sólo por su diminuto tamaño: su edad ronda los 2-3 meses cuando se aleja de su madre y del calor de su amor. Como todos los recién nacidos cuando se quedan solos, experimenta el trauma del abandono y la soledad. Siempre quiere ser el centro de tu atención y cuando esto no ocurre, por ejemplo por la noche, empieza a lamentarse. Es natural levantarse y hacerle compañía para que deje de quejarse: aunque parece la única solución útil, en realidad es la equivocada. Tu cachorro puede entender que unos cuantos gemidos serán suficientes para conseguir lo que quiere: tu presencia. Por ello, a continuación le ofrecemos una serie de sugerencias útiles para entender y resolver el problema.


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El primer paso fundamental es excluir la posibilidad de un problema de salud: consultar al veterinario y explicar con detalle el comportamiento de nuestro cachorro cuando llora será fundamental para que el experto haga un diagnóstico y excluya enfermedades peligrosas.


Una vez descartadas las enfermedades, sólo queda analizar con detalle todo lo que es la nueva realidad de su mundo: la perrera. Es fundamental que el «hogar» de tu perro sea un lugar cómodo, alejado de ruidos y corrientes de aire. Puede ser útil aislar el espacio interior o cubrirlo con mantas y viejos jerseys de lana. Tener una prenda que huela a ti o a su madre puede ser muy reconfortante para él. Hay quienes optan por juguetes en un y despertadores que repiten los latidos del corazón: el cachorro podría dormirse escuchando el estremecedor sonido del corazón de su madre.


También es posible que el cachorro llore porque no ha digerido la comida de la noche: tardará un poco en comprender cuáles son los mejores momentos para alimentarlo y le costará digerirlo, sobre todo si la comida es demasiado abundante. Puede ser útil hacer que esté muy activo para que esté lo suficientemente cansado como para derrumbarse y dormir.


El cachorro llora: lo que no hay que hacer


Como ya se ha dicho, durante las primeras noches de insomnio es fundamental tener el «corazón duro»: aunque el llanto del cachorro nos haga sentir mal, es esencial no correr hacia él en cuanto empiece a lloriquear. Puede que haya adivinado que unos cuantos aullidos y unos cuantos gemidos serán suficientes para hacerle compañía.


Además de no correr a su habitación ni hacernos una cama a su lado cada vez que le oigamos llorar, es importante no dejarle dormir en nuestra cama. Puede convertirse en un hábito molesto compartir la cama con el perro cuando éste crece en tamaño y peso, pero sobre todo se corre el riesgo de confundir el papel del dueño y su autoridad.


Si todo esto no es suficiente, existen en el mercado difusores, collares calmantes, sprays y feromonas. El veterinario puede recetar a nuestro cachorro unas feromonas satisfactorias, las mismas que la madre libera a sus cachorros.


Cuando un cachorro llega a nuestro hogar es bueno estar preparados y ser conscientes de que un nuevo ser vivo va a necesitar nuestros cuidados y atenciones. La decisión de adoptar un perro debe ser consciente y meditada, para no convertir su vida y la tuya en un infierno.

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