¿Tiene que dejar a su perro solo durante varias horas? Así es como puede ayudar a su perro a prevenir las crisis de ansiedad por separación
¿Te has preguntado alguna vez si somos responsables de las crisis de ansiedad de nuestro perro cuando vamos a salir? Puede ocurrir que transmitamos nuestra culpa al perro al dejarlo solo. No será fácil y puede llevar tiempo, así como mucha paciencia, pero será necesario acostumbrarlo a nuestra ausencia. Nuestro Bobi aprenderá a moderar su ansiedad y, tal vez, a no causar ninguna travesura en nuestra ausencia. Si estos útiles consejos para acostumbrar a tu perro a estar solo tampoco funcionan, te recomendamos que consultes el consejo experto de un etólogo o un adiestrador de perros.
No parecer ansioso o culpable: el perro percibe nuestros cambios de humor. Nuestro momento de ausencia no debe ser vivido como un trauma para el perro, sino también para nosotros: si no nos es posible llevarlo con nosotros, no debemos hacer de ello una lástima, pues de lo contrario se lo transmitiríamos involuntariamente a nuestro perro. Así que a veces podemos ser la causa de sus crisis de ansiedad por separación: tratemos de infundirle calma y serenidad, para que nuestra salida sea vivida como un hecho cotidiano y normal.
Aumentar gradualmente el tiempo de ausencia: no podemos esperar que nuestro perro no se preocupe si nos ausentamos de repente durante días enteros. Puede pensar, y con razón, que algo va mal. Por lo tanto, es mejor entender cuánto tiempo puede dejarlos solos. Es importante comenzar con pequeñas ausencias de diez minutos, luego veinte, media hora y luego aumentar gradualmente: será muy útil especialmente en el caso de los cachorros.
Lacasa no es una cárcel: no le demos la sensación claustrofóbica de un lugar cerrado del que no puede salir. dejemos que entre el sol para que no sólo pueda disfrutar de la luz, sino que también pueda asomarse detrás del cristal. Este es uno de los pasatiempos favoritos de los perros que se quedan solos en casa: observar lo que ocurre fuera.
Evitar regalos o recompensas: A menudo, antes de dejar al perro solo, sentimos el deseo de «compensar» nuestra ausencia con «regalos», que harán que el perro se sienta menos solo y nosotros menos culpables. Sin embargo, esto es un gran error: el perro puede ver el momento del regalo como algo negativo.
No despedirse: aunque es descorazonador no decir unas palabras al perro antes de irse, será de gran ayuda. Despedirnos y quizás darle un abrazo antes de salir puede hacer que «pese» más nuestra ausencia. Lo mismo se aplica al regreso: despedirse con demasiado entusiasmo puede hacer que él viva el momento de la separación como un trauma, como un drama inevitable.
Cómo hacer que la separación sea menos traumática
Calma: acostumbrar al perro a estar solo puede llevar mucho tiempo pero sobre todo mucha paciencia durante y después de nuestro momento de ausencia. De hecho, si una vez cerrada la puerta tenemos que endurecer el corazón y fingir que no oímos el llanto del perro a nuestras espaldas, al volver tenemos que mantener la calma sea cual sea el escenario que nos encontremos ante nuestros ojos. El perro, al sentirse solo y enjaulado, podría destruir todo lo que hay en la casa. Cuando volvamos puede que encontremos un diro, pero incluso entonces debemos mantener la calma: nuestros gritos son inútiles y sólo aumentarán su ansiedad. Cuando vemos dos ojos tiernos que nos miran, no debemos interpretarlo como un sentimiento de culpa por parte del perro: no siente que le estés regañando por algo que ha ocurrido hace un momento.
Capazo y caseta: además de ser útil durante las vacaciones o los viajes, le servirá para acostumbrar a su perro a su pequeño hogar. Tal vez podamos hacerla más cómoda con algunos juguetes o aperitivos dentro. Podemos acostumbrarle gradualmente a estar solo durante unos minutos al principio, hasta una hora.
Llévalo a pasear antes de salir: un paseo es una buena idea antes de dejarlo solo. Un perro cansado podrá aceptar tu ausencia con más serenidad, ya que puede aprovechar esa agradable soledad para descansar.
Visitarlo: si sabemos que vamos a estar mucho tiempo fuera de casa, pedir a un amigo que ya conozca a nuestro Bobi que le haga compañía. Saber que alguien está con él puede hacerle sentir menos solo y tranquilizarnos a nosotros también.