Incluso Bobi puede tener sus fobias: el miedo al coche es uno de los más comunes para un perro. Aquí tienes algunos consejos para superarlo.
Cada uno de nosotros tiene sus propios miedos: algunos son manejables, otros parecen insuperables. Nuestro Bobi también tiene su parte; en resumen, las fobias no son exclusivas de los humanos. Uno de los temores más comunes de los perros es el miedo al coche; sin embargo, muy a menudo se trata simplemente de una falta de familiaridad con el medio de transporte. Un pequeño problema que puede resolverse con tiempo y las técnicas adecuadas.
Causas del miedo
No a todo el mundo le gusta el transporte motorizado. Algunos prefieren caminar.
Nuestros amigos de cuatro patas están sin duda entre los paseantes. En resumen, el momento favorito del día de nuestro Bobi (aparte de comer, por supuesto) es el paseo.
Para un perro, el coche es muy a menudo un objeto misterioso, que sirve para anunciar, con unos pocos nds de antelación, el hecho de que estás llegando a casa; es bastante conocido que es capaz de reconocer el ruido de nuestro coche.
Sin embargo, a veces el uso de nuestro vehículo es indispensable, incluso para transportar a Bobi. Y es entonces cuando acabamos dándonos cuenta de que el perro tiene miedo del coche y simplemente no quiere entrar en él.
¿Por qué ac? La fobia de Bobi puede estar ligada a algún trauma del pasado; por supuesto, sobre todo si lo adoptamos cuando ya era adulto, no podemos saber exactamente qué acontecimiento le marcó y le llevó a tener tanto miedo al vehículo.
Otras veces el miedo deriva simplemente de la falta de familiaridad con el coche; esta es otra razón por la que es aconsejable acostumbrar al perro a «pasear» en el coche con nosotros desde cachorro.
Tu perro babea en el coche: posibles causas y consejos prácticos
Cómo subir a su perro al coche
Una vez reconocido el problema, sólo queda adoptar las mejores soluciones para intentar que tu perro supere su miedo al coche.
Lo mejor es acostumbrarlo al vehículo motorizado, utilizándolo como una atracción y una recompensa que darle por cada progreso.
El objetivo es hacer que atribuya el vehículo a un recuerdo positivo. ¿Cómo empezar? Todo depende de la magnitud del miedo del perro: si tiene miedo incluso de acercarse al vehículo cuando está apagado, tendremos que empezar desde muy lejos.
El primer objetivo es conseguir que Bobi se acerque al coche, sin miedo. Recuerde que debe ser muy paciente, no regañar al animal (esto sólo lo asustará y lo alejará de su verdadero objetivo) y premiarlo cada vez que logre un resultado positivo.
El paso esencial es meterlo en el coche, con el motor apagado. Por supuesto, esto puede ser una enorme atracción; pero el verdadero objetivo es conseguir que Bobi se quede dentro del vehículo con las puertas cerradas, sin ser forzado y sin que tenga miedo.
Para ello, tendremos que pasar el tiempo necesario con el perro dentro del vehículo, para que se calme y entienda que él también está ro dentro del vehículo. Puede pasar algún tiempo antes de superar este paso.
Una vez completado este paso, podemos pasar a la fase activa, cuando elmotor se pone en marcha. El vehículo no debe estar en movimiento; el perro debe acostumbrarse al sonido del motor.
Las reacciones del animal pueden ser diferentes, pero nuestra actitud debe ser similar a la de las fases anteriores. Sólo cuando hayamos superado con éxito también este paso (no olvidemos nunca premiar al perro para que tenga un recuerdo positivo de la experiencia) pasaremos a la última etapa del curso.
Como vamos a conducir, es aconsejable que otra persona vigile al perro. De nuevo, las medidas a tomar dependen del nivel de miedo del animal.
Permanecer cerca del perro, hablarle suavemente, acariciarle, premiarle con una golosina, pueden ser factores que le ayuden a tener experiencias positivas con el coche en movimiento.
Durante las primeras veces, recuerde que debe conducir muy despacio (una carretera privada puede ser lo ideal): de todas las posibles reacciones, recuerde que el perro puede sufrir mareos en el coche.
A. S.