Las vacaciones suponen un cambio, para nosotros y también para nuestro amigo de cuatro patas, que no siempre reacciona positivamente a las nuevas situaciones.
El tema del abandono de animales en verano es muy importante. Afortunadamente, en los últimos tiempos hay muchas instalaciones, como pensiones, que cuidan de nuestras mascotas si no podemos llevarlas con nosotros.
Gracias a estas facilidades de confianza podemos disfrutar de nuestras vacaciones sin demasiadas preocupaciones, pero cuidado con el reverso de la moneda: ¿qué pasa al llegar a casa?
A menudo el perro no reacciona bien al cambio y se muestra extraño, no come, no juega, está nervioso….in corto, no parece ser él mismo. Nos asaltan mil preocupaciones: ¿y si le ha pasado algo malo en la perrera? ¿y si se ha ido al aire con nosotros porque le hemos dejado allí?
Evidentemente, te habrá echado de menos, pero no te asustes, tu perro sólo tiene que adaptarse un par de veces, tiene que volver a sus ritmos, encontrar su propio espacio, volver a olerte… en definitiva, tiene que recuperar su vida.
Pero también lo hacemos cuando volvemos al trabajo o a la escuela, ¿no? Incluso el cambio de horario de verano a horario de verano crea dificultades, así que todo es normal.
Las vacaciones producen cambios: cuándo no hay que preocuparse
- Ya no hace sus necesidades: es posible que el perro esté un poco confundido, en cuyo caso es mejor enseñarle de nuevo los hábitos de higiene olvidados.
- Es pegajoso: a veces la residencia de verano mima a los perros, organizando actividades de forma puntual, una vez de vuelta a casa, el animal siente la necesidad de llenar un vacío y, en consecuencia, necesita más atención.
- Es hiperactivo: Otra de las consecuencias de las actividades que se realizan en las residencias caninas es el exceso de energía que el perro necesita para deshacerse, y al llegar a casa seguramente se contentará con el sofá.
- Tiene los ojos tristes: ¿Quién no está triste si, tras un periodo de hiperactividad, juego al aire libre y familiaridad con otros perros, se queda solo en casa?
- No quiere estar solo: esto también es una consecuencia evidente, sólo unos días antes tenía muchos amigos para olfatear y mordisquear y ahora no hay nadie que juegue con él.
- Está nervioso: cuando uno no está satisfecho o feliz o siente la falta de algo se vuelve todo irritable.
Estos cambios de comportamiento deben ser temporales, pero si duran más de dos semanas, es mejor consultar al veterinario.
Las vacaciones producen cambios: esto es lo que hay que hacer
Intentamos anticiparnos al final de las vacaciones para no dejar nunca sola a tu mascota durante los primeros días de vuelta a casa y, sobre todo, intentamos mantenerla ocupada con paseos, trotes y juegos que iremos reduciendo progresivamente. Cuanto más se ejercite, más liberará endorfinas, la hormona de la felicidad. Debes ser paciente durante unos días antes de volver a tus antiguos hábitos y tratar de no perder los nervios para no poner a tu perro en un estado de ansiedad.
Y luego hay que tener en cuenta que esto es un punto de partida para todas aquellas cosas que estaban mal antes, sólo hay que empezar de nuevo con nuevas reglas.
A.O.
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