¿Cómo se reconoce un perro en diferentes entornos?

perros en el espejo


¿Se ha preguntado alguna vez cómo reaccionan los perros ante el espejo si son capaces de reconocerse a sí mismos? O más bien, si pusiéramos a diferentes animales frente al espejo, ¿serían todos capaces de reconocerse a sí mismos? Hace tiempo puse el ejemplo del elefante acomplejado ante el espejo, pero ¿se aplica a todos? Dependería de la especie de chimpancé que suele ser capaz de reconocerse a sí mismo o de utilizarlo para limpiarse la suciedad de la cara. Otros estudios realizados por Gordon Gallup en 1970 también demostraron que tanto los delfines como los elefantes y las urracas ladronas son capaces de tener conciencia de sí mismos. Pero, ¿cómo se puede replicar esta prueba en especies cuyo sentido más utilizado no es la vista, como los perros?


Casi todos los propietarios de perros tienen un espejo de pared en el que el perro puede reflejar su propia imagen. La reacción de muchos será pasar de largo e ignorarlo, mientras que algunos se quedarán asombrados como si estuvieran ante otro perro. Todo el mundo de los perros gira en torno a su olfato y a su superlativo sentido del oído. La vista se considera un sentido infrautilizado, sobre todo para reconocer diferentes formas y animales. En este sentido, Alexandra Horowitz ha intentado replicar una prueba de espejo, pero basada en los olores.


Pero esta investigación no es nueva para nosotros, de hecho hace 15 años, el biólogo Markoff analizó el comportamiento de su perro Jethro, que era capaz de reconocer su propio olor a través de su orina. La evidencia era que Jethro estaba más interesado en olfatear los cúmulos de nieve en los que había orina de otro perro que los marcados por él mismo, aunque estuvieran movidos.


cachorro en el espejoAlexandra Horowitz Él y su equipo volvieron a realizar este experimento utilizando recipientes con diferentes olores. Algunas contenían sólo la orina del perro en cuestión, otras la orina de perros desconocidos, otras la orina del perro mezclada con otros olores y, por último, algunas sólo contenían un olor desconocido y ninguna orina. Participaron 36 perros, y los investigadores observaron y anotaron el tiempo que cada uno de ellos tardaba en oler los olores. De los resultados se desprende que a los perros no les interesa su propia orina, les interesa ligeramente la orina de otro perro y les interesa mucho el olor de su propia orina mezclada con otro olor.


«No creo que el experimento pueda considerarse paralelo a la prueba del espejo», comentó Horowitz. comentó Horowitz: «Sin embargo, parece que hay interés en algo que proviene del sujeto pero que ha sido cambiado, como cuando un chimpancé utiliza el espejo para limpiarse la suciedad de la cara».


Pero no todos los zoólogos y científicos están de acuerdo en que los perros reconozcan al 100% su propio olor cuando se mezclan con el de otra persona. Depende mucho del tipo de raza y de la actitud. Gallup, que desarrolló la prueba, dijo: «No creo que los resultados apoyen las conclusiones. Presentar a un perro un olor familiar ligeramente diferente siempre atraerá su atención. Lo mismo ocurriría si el olor de su dueño se mantuviera en la bandeja. A lo largo de los años, se llevarán a cabo nuevos experimentos sobre el rastreo del olor de los perros y seremos los primeros en ser testigos de ello.

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