El comportamiento de los perros cachorros: miedos y solucionesDi – 31 de diciembre de 2019
El comportamiento de los perros cachorros puede presentar algunos problemas aparentemente difíciles de superar: en realidad, pueden resolverse si se sabe qué hacer.
Los cachorros son tan tiernos y adorables que resulta difícil imaginarlos como una posible fuente de temores. De hecho, criar a un cachorro es un poco como criar a un bebé, y es vital saber cómo frenar su impetuosidad y otros aspectos indeseables de su comportamiento.
Pero, ¿cuáles son los problemas de comportamiento más comunes en los cachorros y cómo se pueden encontrar soluciones? Descubrámoslo en este artículo.
Al adoptar un cachorro, puede no darse cuenta de que está fomentando inconscientemente ciertos comportamientos indeseables: a veces es precisamente al jugar cuando se desarrollan problemas de comportamiento típicos de los perros jóvenes, como la tendencia a morder a las personas o a destruir juguetes y otros objetos.
Otros patrones de comportamiento típicos de los cachorros son la tendencia a ser hiperactivos, a comerse su propia comida y a lloriquear constantemente. Luego hay algunos perros que no quieren viajar en el coche, u otros que no respetan las normas a la hora de alimentarse o hacer sus necesidades.
Algunos de estos aspectos son simplemente característicos de la edad y desaparecerán cuando el cachorro empiece a crecer, como la hiperactividad. Pero también hay problemas de comportamiento en los cachorros que deben abordarse lo antes posible para evitar que se conviertan en permanentes en la edad adulta.
Cómo resolver los problemas de comportamiento de los cachorros
Las soluciones a los problemas de comportamiento de los cachorros difieren en función de la pática de referencia: por ejemplo, si el perro tiende a morder los juguetes y no quiere soltarlos una vez que los ha agarrado entre los dientes, el problema podría estar relacionado directamente con la fase de juego.
En este caso, es necesario reforzar positivamente el comportamiento deseado del cachorro cuando suelta el juguete y dejar de jugar cuando no quiere soltarlo.
Otro problema típico es la hiperactividad: aunque en muchos casos desaparece con la edad adulta, debe controlarse con un entrenamiento adecuado desde una edad temprana. Lo mejor es dejar que el cachorro queme energía a lo largo del día jugando y estando activo, y luego parando para descansar cuando sea necesario.
Si tu cachorro se pasea por la casa, es posible que se le haya dado demasiada libertad cuando era demasiado joven: para que tu perro aprenda a utilizar la bandeja, debes limitar su acceso a determinadas zonas de la casa, especialmente cuando no puedas supervisarlo.
Cuestión distinta es la del perro que se orina cuando alguien llega a la casa: normalmente, en los cachorros, este problemas se llama y está ligado a la incapacidad del perro para controlar sus emociones, porque todavía es demasiado joven e inexperto.
Si, por el contrario, el perro tiene coprofagia, es decir, el hábito de comerse su propia comida, es esencial decirle rápidamente y con calma pero con firmeza «¡No!» y luego limpiar los desechos en el suelo lo antes posible.
Por último, si tu cachorro sufre mareos en el coche, debes acostumbrarlo gradualmente a viajar en coche: en nuestro artículo en profundidad sobre este tema, encontrarás todos los pasos que debes seguir para enseñar a tu perro a afrontar su primer viaje en coche.