Adiestrar a su perro: ideas y creencias erróneas más comunesDi – 2 de marzo de 2020
Cuando se trata de adiestrar a un perro, hay algunas ideas y creencias erróneas muy comunes que suelen dar lugar a malentendidos e incluso a graves errores.
Cualquiera que adopte un perro sabe muy bien que, desde el primer día, le lloverán por todas partes consejos y sugerencias más o menos útiles sobre educación, adiestramiento, alimentación y demás. Si se escucha a todos ellos, uno se da cuenta enseguida de que algunas de las fuentes son contradictorias: por eso es muy importante saber reconocer los consejos que hay que escuchar de aquellas ideas y convicciones erróneas, que es prácticamente inútil tener en cuenta.
En concreto, en lo que respecta al adiestramiento de perros hay una serie de ideas y creencias erróneas muy extendidas por el mundo, que generan errores que luego son difíciles de recuperar cuando ya hemos inculcado ciertas enseñanzas a Bobi. Por lo tanto, es esencial saber distinguir las sugerencias que se deben seguir de esas ideas erróneas habituales.
Los conceptos erróneos más comunes en materia de adiestramiento de perros se refieren a diversos aspectos: algunos tienen en cuenta la edad del perro, otros se centran en las técnicas, otros en los tiempos o en las razas. Pero, ¿qué conceptos erróneos hay que evitar? Hay esencialmente dos, que están profundamente arraigados en el imaginario común.
1. El perro sólo se entrena a cierta edad
La creencia de que sólo hay una edad adecuada para adiestrar a un perro es uno de los falsos mitos más extendidos: ¡ningún perro es demasiado mayor o demasiado joven para ser adiestrado! Los cachorros suelen aprender más rápido, pero esto no significa que un perro mayor o adulto no pueda ser adiestrado en nuevos trucos o simplemente corregir algún comportamiento inadecuado.
2. La raza del perro no hace ninguna diferencia
Un error muy común en el adiestramiento de perros es que la técnica utilizada para una raza es adecuada para cualquier otro perro. En realidad, al igual que ocurre con las personas, cada perro tiene su propia personalidad especial y debe ser abordado de forma diferente. Además, como la raza del perro suele estar ligada a su carácter, es bueno saber que lo que funciona para una raza típica de perro guardián, por ejemplo, puede no ser adecuado para entrenar a una raza de perro que quizá sea más conocida por ser perezosa e inactiva.