cosas que le hacen enfadar

No todo es idílico entre el animal y el hombre: ¿qué odia el perro de su dueño? He aquí 10 comportamientos que no puede aceptar.

Lo que el perro odia

Entre el perro y su dueño existen relaciones de amor, estima y complicidad que duran toda la vida. Pero, como en cualquier relación, siempre habrá aspectos de uno que no le gusten al otro, y viceversa. ¿No sería mejor saber de antemano qué comportamientos humanos no le gustan a un perro? Si los evitamos, evitamos la irritación. He aquí, pues, una lista rápida de todo lo que puede molestarle por nuestra parte.

Cada perro es un ser vivo individual: no hay que generalizar, por lo que quizá una cosa que molesta a tu perro no irrite a otro, y viceversa. Debemos tener cuidado de entender lo que nuestro perro odia, ya que perseverar en estas actitudes sólo puede alejar a nuestro perro de nosotros y comprometer irremediablemente la relación con él.

1) Confundir sus ideas

Es absolutamente imprescindible educar al perro desde que es un cachorro y establecer reglas precisas para darle órdenes y recibirlas a cambio: ¡pero hay que ser consecuentes! Si una señal nuestra significa una orden determinada, no podemos cambiarla cada vez: sólo correríamos el riesgo de confundir sus ideas e irritarlo.

No sólo a los gatos, sino también a los perros les gusta una cierta rutina, incluso en las órdenes que se les dan. Si el comportamiento de un perro ha «salido bien» una vez, no podemos esperar que Bobi entienda que no volverá a salir bien. Lo mismo ocurre con su nombre (si quieres saber más sobre cómo elegir un nombre para tu perro, pincha aquí): si le pones un nombre, evita utilizar diminutivos u otros nombres de mascotas que sólo podrían confundirle. Por lo tanto, ¡siempre es nuestra culpa si lo confundimos!

2) Trate a su perro como a un humano

No se trata sólo de tratar a su perro como si fuera un perro, sino también de esperar que Bobi se comporte como un humano. Siempre habrá comportamientos caninos que nunca aceptaremos, o que nunca podríamos «imitar»: si pensamos que la afición del perro es romper bollos, ¡entendemos de qué estamos hablando! El perro sigue siendo un animal, y como tal tiene sus necesidades, incluso en su comportamiento, que es completamente natural. Es un cazador y, como tal, le gusta perseguir a su presa, crear escondites para enterrarla y ladrar si nota que hay peligro cerca. Si se equivoca al hacer algo, aprende a regañar al perro de forma correcta y educativa.

3) Utilizar varias palabras para una orden

Como en el caso del nombre, si una palabra sólo tiene ese significado concreto no podemos esperar que el perro realice otra tarea con la misma palabra. Igualmente válida es la regla de que si usamos palabras de distinto significado, el mismo puede confundirlo. Además, es bueno especular que, más que el lenguaje de las palabras, al perro le gusta el lenguaje corporal. Por ello, prefiere ejecutar una orden dada con un gesto de la mano en lugar de una orden vocal. Tal vez podamos combinar los dos y hacer que la orden sea más clara para él.

4) Demasiados mimos

Está muy bien que un perro sea el centro de atención y reciba mimos, pero no hay que exagerar. Por ejemplo, demasiados mimos pueden hacer que se sienta prisionero e indefenso. Aunque es una gran demostración de afecto entre humanos, el perro lo interpreta en realidad como el deseo del humano de someterlo a su voluntad. En resumen, el perro se siente dominado por la autoridad humana: algunos perros hacen lo mismo al poner una pata sobre el cuerpo de otro perro. Es posible que a un perro no le guste nada que le abracen, o que sólo acepte este comportamiento de un miembro de la familia (especialmente de los niños).

¿Cómo sabemos que a un perro no le gusta que lo abracen? Observando su comportamiento en su totalidad: si rehúye nuestra mirada, se aleja o hace ruidos de impaciencia, olvídalo. También podría mostrar su malestar manteniendo la boca cerrada y lamiéndose los labios (aunque también hay otras explicaciones de por qué un perro se lame los labios, que se analizan en detalle en este artículo).

5) Ser molestado

Lo que el perro odia

¿A quién le gusta que le despierten de la nada? Desde luego, nuestro perro no. Pero si hay que despertarlo del sueño, hagámoslo con suavidad y sin sacudirlo. Coloca una mano sobre su cuerpo y grita algunas palabras en un tono suave y a un volumen bajo. Un despertar violento puede causar un shock a nuestro perro y traumatizarlo aún más. También es importante que otros miembros de la familia, especialmente los niños, sepan cómo manejar a Bobi.

Del mismo modo, si está comiendo u oliendo los olores de otros perros en la calle, no debemos tirar de él hacia nosotros para llevárnoslo, sino que debemos esperar pacientemente hasta que termine. Los ruidos como los secadores de pelo, las aspiradoras, pero también los ruidos del tráfico pueden ser muy molestos, ya que mi oído está especialmente desarrollado. Al igual que los ruidos, los olores fuertes también les molestan mucho: limitemos el uso de los perfumes personales y de los productos de higiene del hogar, que también pueden afectar a su salud.

6) La soledad

Es evidente que debido a los compromisos laborales tenemos poco tiempo para dedicar a nuestros amigos de cuatro patas. También es obvio que si un ser humano tiene más tiempo para pasar con su perro cuando es un niño, a medida que crece puede tener cada vez menos tiempo para pasar con él. Pero tenga cuidado de no dejar a su perro solo demasiado tiempo: los perros sufren mucho con la soledad. Por lo tanto, si está solo durante 9-10 horas al día, puede sufrir ansiedad por separación y desarrollar un comportamiento obsesivo-compulsivo, como orinar sin control, masticar en exceso o ladrar frenéticamente.

A los perros les encanta estar en grupo, ya que siempre han estado acostumbrados a vivir en manadas. Si tenemos que ausentarnos de casa durante un largo periodo de tiempo y no podemos llevarnos a nuestro perro, debemos hacer los arreglos necesarios para que esté acompañado en la medida de lo posible. Podemos pedir a un amigo de confianza que le visite, o incluso llevarle a casa de esa persona, sobre todo si tiene otros perros que puedan distraerle y hacerle sentir menos ausente.

7) Hacer que se aburra

El perro debe ser estimulado, y debe liberar absolutamente su energía con largos paseos y mucha actividad. Es obvio que en los días de lluvia y en el frío del invierno, tendremos que inventar pasatiempos en la casa, utilizando objetos y sus juguetes favoritos. Incluso unos pocos minutos al día serán suficientes, no sólo para dejarle hacer sus necesidades tranquilamente, sino también para que tome aire. Además, en el exterior, los perros son capaces de detectar los olores y estados de ánimo de los demás.

8) Hablar todo el tiempo

A los humanos tampoco les suele gustar escuchar a otras personas hablar todo el tiempo, y peor aún si lo hacen en voz alta. Además, el lenguaje de las palabras no es entendido por nuestro Bobi, lo que hace aún más difícil que nos siga.

9) Caricias de desconocidos

A los perros no les gusta que los toquen personas que no conocen. Al fin y al cabo, no saben cuáles son sus intenciones y puede que no sean buenas. Es necesario que Bobi conozca primero a los que se acercan a él, y quizás esperar a que él se acerque a nosotros porque se deja llevar por su curiosidad innata. Especialmente cuando les tocan la cabeza: es un comportamiento que sólo reservan para las personas que conocen bien.

10) Contacto visual prolongado

La mirada es un canal de comunicación muy importante, pero no siempre apreciado por Bobi, especialmente si tiene poca confianza en la persona que le mira. En cambio, si el perro es confiado, le gusta que lo miren y puede sostener la mirada perfectamente, sin mayores dificultades. Además, con su mirada el perro puede comunicar (a quien le entienda bien) sus necesidades: puede querer comer, o puede pedirnos que dejemos de hacer lo que estamos haciendo.

11) Sujetar mal la correa

El momento de salir a la calle es uno de los preferidos del perro en el día, así que no lo convirtamos en una entrada. A través de este objeto activamos un canal de comunicación con el perro, por lo que es importante saber utilizarlo correctamente. Dependiendo de cómo conduzcamos, el perro entenderá nuestro estado de ánimo. No alargue o acorte la correa a voluntad; no debe estar demasiado apretada ni utilizarse para tirar de Bobi. También es importante no caminar con prisa: es mejor posponer el paseo si se tiene demasiada prisa por llegar a casa.

Con estos pequeños consejos podrás entender qué odia tu perro y cómo evitarlo.

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