Olvídate de la hormona del amor o del ritmo cardíaco. Todos los propietarios de perros lo saben, pero fingen no ser conscientes de ello ante personas que nunca han tenido una relación con un amigo de cuatro patas. Una persona sabe perfectamente que su perro le quiere sin esperar la confirmación de ninguna investigación científica que lo demuestre. el adn y la época contemporánea están desgraciadamente instalados en un ema en el que todo debe ser probado para tener un valor y ser aprobado.
La confirmación de que los perros sienten amor por sus amos llega tras un nuevo estudio de investigación en el que un grupo de científicos demostró que en los perros se registra la misma hormona de la oxitocina desencadenada por el contacto visual entre el perro y su dueño, que provoca sentimientos de amor, los mismos que siente un perro por su propio hijo.
El estudio en cuestión fue realizado por un neurocientífico de la Universidad de Emory, el Dr. Gregory Berns, autor de «What it’s like to be a dog».
El investigador realizó un experimento en el que utilizó la resonancia magnética para estudiar las actividades cerebrales de los perros en diferentes situaciones. Mediante el análisis de una serie de pruebas se demostró que los perros responden emocionalmente a sus dueños. Es decir, en las pruebas los perros se enfrentaban a situaciones buenas y otras agradables. Sin embargo, ninguno de los perros respondió con la misma intensidad que cuando se enfrentaron a sus dueños.
De hecho, según un informe publicado en la revista especializada Science, todos los perros preferían la recompensa vocal de su dueño. Es decir, cuatro perros nque a la pregunta ‘¿Quién es un buen chico? ¡Eres tú! » o a los cumplidos de sus amos, mostraban placer, a través de la activación de ciertas áreas del cerebro relacionadas con esa sensación. Sólo un perro nque prefería el .
Este estudio ha confirmado, por tanto, que los perros prefieren ser recompensados con afecto y no necesariamente con una golosina, por lo que se establece que cuando un perro celebra a su dueño cuando le ve llegar a casa, está expresando su total sentimiento de amor hacia él y no querrá una golosina, sino caricias y simplemente estar cerca de su querido humano.
Recientemente, otro estudio ha intentado explicar que, a nivel genético, los perros son como bebés desde el punto de vista evolutivo. Sin embargo, elementos como el «oso mudo» de la manada indican una organización alar evolucionada del animal en la manada. Otros investigadores, en cambio, creían que los perros, al igual que sus antepasados los lobos, eran «parásitos del ala» que explotaban la debilidad del hombre para sus propios intereses.
Sin embargo, este último estudio parece demostrar que los perros corresponden a los sentimientos y evolucionan cerca de los humanos, aprendiendo a comunicarlos. Perns no es una cuestión de genes, ADN u hormonas. Al igual que un bino siente amor por sus padres, un perro también lo siente y viceversa. En este sentido, destaca la calidad de un sentimiento, el del amor, que es universal.