¿Cómo hacer que el pequeño humano sea responsable de nuestro amigo de cuatro patas? Todos los secretos para enseñar a tu bino a cuidar de tu perro.
Entre los animales y los perros suele surgir una relación simbiótica: quizás porque crecen juntos, o quizás porque el perro siempre es un poco bino y ve al pequeño humano como la persona más cercana a él. No se sabe qué química particular se crea entre perro y perro, pero es seguro que se puede establecer un vínculo para toda la vida. Para el perro será un punto de referencia, para el perro será un compañero de juegos y de mil aventuras: pero ¿cómo enseñar a tu perro a cuidarte? Pero, ¿cómo enseñar a tu perro a cuidarlo? En primer lugar, tienes que entender que no es un juguete, sino un ser vivo. Hay algunos trucos que le ayudarán a conseguirlo. ¿No nos cree? Léalo para creerlo!
Contenidos
- 1 el bebé y el animal: un simposio de emociones
- 2 Relaciones entre perros: efectos positivos
- 3 Enseñar a su bino a cuidar de su perro: el papel de los padres
- 4 Enseñar a su bino a cuidar de su perro: qué tareas confiarle
- 5 Cuidar los accesorios de su perro
- 6 Llenado de la cubeta
- 7 Aseo
- 8 Disfrutar del aire libre
- 9 Enseñar al perro a cuidar del perro: el secreto
el bebé y el animal: un simposio de emociones
No se trata sólo de tener siempre alguien con quien jugar: para el bino, el perro es también una oportunidad de asumir sus primeras responsabilidades. Poco a poco, el pequeño humano entenderá que hay alguien que depende de él, de sus decisiones y, por qué no, también de sus errores. La relación entre ambos no sólo es buena para la salud y el estado de ánimo del perro, sino también para su educación, ya que le dará responsabilidad y le inculcará valores que le serán útiles durante toda su vida.
Es probable que el primer acercamiento sea con el perro, y cuando aprenda a relacionarse con su amigo de cuatro patas, se acercará de forma natural a sus compañeros de juego humanos en el parque o en la escuela. En resumen, un animal, ya sea un gato o un perro, le ayuda a comprender mejor cómo funcionan las relaciones humanas, aunque las premisas sean necesariamente diferentes.
Relaciones entre perros: efectos positivos
Un perro que está acostumbrado a cuidar de un perro, desde el juego hasta la alimentación, es probable que sea más maduro que otros niños de su edad. También aprenderá a ser paciente, tolerante y respetuoso con el espacio y el tiempo de los demás. Convivir con un perro le «obligará» a dejar a veces de lado sus propias necesidades para dar cabida a las del otro: sin duda le estimulará más conocer y respetar la diversidad.
En lo que respecta a la expresión de los sentimientos, un perro es exactamente lo que más estimula estas manifestaciones. Bobi expresa la alegría, el amor, pero también la tristeza y la ia con gestos muy elocuentes, a través de un lenguaje corporal que el perro suele ser perfectamente capaz de entender, más rápidamente que un humano. Esto se debe a que los pequeños humanos probablemente también adoptan la misma forma de expresar sus emociones.
Enseñar a su bino a cuidar de su perro: el papel de los padres
La relación que se establece entre un bino y un perro también implica a otro «actor», el de los padres. El adulto del hogar tiene un papel fundamental ya que guiará el comportamiento del pequeño humano hacia el animal de la casa. Será tarea del padre o de la madre hacer entender al niño cómo debe considerar al perro: no es un juguete y es importante que entienda sobre todo que no es un pasatiempo del que pueda cansarse y dejar de lado. Pero, ¿qué debe hacer un padre en la práctica para iniciar a su hijo en la relación con el animal de la casa?
- Dar ejemplo: los niños observan a los adultos, que serán sus puntos de referencia. Así, todo lo que la persona hace en el hogar suele ser imitado por el perro: si mostramos cómo cuidar al perro, es muy probable que éste intente hacer lo mismo, haciéndose eco de nuestra actitud. También en este caso, el padre es un punto de referencia, un ejemplo educativo y animará al joven humano a hacer lo mismo.
- Siempre hay que tener paciencia y nunca airear: puede ocurrir, sobre todo después de un intenso día de trabajo, que haya un poco de nerviosismo en casa. Pero es esencial que no lo demuestre mientras cuida del perro: no debe considerar «pesado» cuidar del perro, no debe ser sólo una obligación. Estar nervioso también puede hacer que descargue su malestar en su perro, lo que puede dañar irremediablemente la relación entre ambos.
- Involucre a su perro: no debe ser un mero espectador, sino que debe participar activamente en el cuidado de su perro, quizás realizando pequeñas tareas. Aunque sean pequeños, pueden empezar a «hacerse útiles» y realizar pequeñas tareas que sentarán las bases de su relación con el animal. A continuación, echaremos un vistazo a lo que un bino, incluso a una edad temprana, puede hacer por su perro.
Enseñar a su bino a cuidar de su perro: qué tareas confiarle
La edad suele utilizarse como excusa para excluir al bino del cuidado del perro en el hogar. Es posible que un perro pequeño no pueda seguir las dosis o cocinar su comida, pero seguro que podrá llevar el cuenco o llevar el montón de croquetas al adulto que se encarga de las raciones.
Cuidar los accesorios de su perro
Los juguetes del perro, sus aficiones, pero también algunos accesorios de paseo, su ropa de lluvia: en definitiva, todo lo que pertenece a un perro puede ser ordenado por él. Al igual que le pedimos que sus juguetes cuando haya terminado de jugar, puede hacer lo mismo con el perro. Los accesorios, además de ser ordenados, deben ser lavados regularmente. Todo esto debería convertirse en un juego, un hábito agradable que puedes hacer junto a tu amigo de cuatro patas.
Llenado de la cubeta
Bajo la supervisión de un adulto (que le dirá cuándo debe parar), el perro puede llenar el cuenco con comida o agua para perros. Además de tener un gran valor educativo, dar de comer al perro también reforzará la relación con Bobi, que se encariñará de forma natural con la persona que le da de comer.
Aseo
Cualquier perro puede coger un cepillo y peinar su pelaje, pero hay que tener cuidado de que no lo utilice como «arma impropia». Sus movimientos deben ser suaves y agradables, de lo contrario el perro sentirá que es una tortura y huirá con sólo ver el cepillo. La hora del baño también puede ser una buena oportunidad para enjabonar al perro y secarlo al terminar, todo ello bajo la atenta mirada del adulto, por supuesto.
Disfrutar del aire libre
Cuando hace buen tiempo o cuando hace sol, incluso en las épocas más frías del año, es importante que perro y perro salgan juntos y disfruten de un momento al aire libre. Cuando crezcan, también podrán salir solos con Bobi, al menos cuando estemos seguros de que el perro ha comprendido una correa ajustada para evitar que se escape. Si disponemos de una caseta de vigilancia o de un espacio cerrado, será bonito ver al pequeño humano y al perro jugando juntos, persiguiéndose y lanzándose objetos para que se los devuelvan.
En cuanto a los momentos delicados, como la alimentación o el baño, el perro puede agitarse, moverse y tal vez intentar escapar. Por eso la intervención del adulto debe ser imitativa, también para evitar que el perro se vea desbordado por la furia de Bobi. Así que nunca los dejes solos.
Enseñar al perro a cuidar del perro: el secreto
Una vez aclarados los deberes de cuidado del perro, ¿sabes cuál es la clave de esta relación de cuidado compartido del perro? La alegría. Esto no quiere decir que sea un juego, pero no debe ser percibido por el bino como una obligación, ya que podría hacerlo sin querer. A los niños, como a los perros, les encanta jugar y a menudo consiguen convertir cualquier ocasión de la vida cotidiana en un momento de ocio. Puede ser un momento muy esperado después de los deberes, después del colegio o incluso después del deporte. Y no es seguro que no puedas involucrar a otros amigos de la misma edad en el manejo del perro.
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