La relación que seha creado con los animales es tan fascinante que en los últimos años han aumentado las investigaciones para comprender mejor su universo y su lenguaje y establecer una mejor comunicación con los humanos.
Al mismo tiempo, gracias a las nuevas tecnologías, muchas empresas han podido desarrollar proyectos destinados a interpretar las emociones de nuestros compañeros de cuatro patas. Cada año, el CES, el salón de las nuevas tecnologías de Las Vegas, saca a la luz nuevas herramientas(haga clic aquí) útiles para este fin. En el siglo XXI, parece que hay una verdadera fiebre, como en los tiempos de los buscadores de oro, por crear accesorios cada vez más performativos para nuestras mascotas, ya que es un sector que crece a pesar de la crisis.
El verano pasado, una empresa japonesa promocionó un traductor de maullidos para gatos(pulse aquí), mientras que una compañía estadounidense lanzó una colección para crear un arnés, conectado a los dispositivos de los smartphones de los dueños, capaz no sólo de monitorizar los movimientos de su mascota, sino también de interpretar sus estados de ánimo(pulse aquí) a través de sensores colocados en el perro. Una herramienta bastante invasiva, aunque esté diseñada para perros.
El caso es que esta nueva frontera parece estar llamando la atención de los investigadores y así, una empresa japonesa, Anicall, presentó la semana pasada en la Weae Expo de Tokio, un collar muy especial capaz de interpretar las emociones de nuestros amigos de cuatro patas. Se trata de un instrumento que recoge información como la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal o la tasa de utah, así como los movimientos del perro o el gato, que procesa y analiza, y luego transmite los resultados por Bluetooth a un smartphone conectado.
Masayoshi Asai, investigador de Anicall, explicó que este collar puede transmitir al dueño el estado de ánimo del perro cuando está tumbado de espaldas, revelando si el animal está simplemente cansado o si está mostrando afecto. Entre otros ejemplos, Asai dijo que el dispositivo también puede transmitir el estado de ánimo del perro cuando ladra.
La aplicación conectada al smartphone tiene varios idiomas y comunica estados que van desde la excitación hasta la relajación o el aburrimiento del animal.
«No es el internet de las cosas, es el internet de los animales», dijo Age, que también está trabajando en accesorios similares para otras especies, como el ganado o los caballos, con el fin de ayudar a los animales ivorof.
El collar saldrá al mercado el próximo mes de abril y costará unos 70 euros.
¿Quién sabe lo que pensarán los entrenadores de antaño cuando se enfrenten a estas nuevas herramientas tecnológicas, si es que hay algo con los propietarios que llevan el collar biónico a las clases? Sobre todo, nos preguntamos si esta tecnología ayuda realmente a la relación, revelando cada uno de los movimientos de nuestro fiel compañero de cuatro patas y arruinando la magia de las emociones que fluyen de la relación.