Nuestros compañeros de cuatro patas se expresan a través de tres canales principales, entre ellos el vocal, en el que se ha centrado un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Budapest (Hungría), publicado este mes en la revista acmica Royal ety of Open Science.
Los investigadores trataron de arrojar luz sobre la comunicación vocal de los perros, destacando algunos significados especiales a los que se han vinculado los tonos utilizados por nuestros compañeros de cuatro patas. Por ejemplo, el gruñido o el ladrido de un perro puede estar relacionado con el hecho de que quiere una golosina cuando su dueño está sentado en la mesa. Puede tener hambre o simplemente querer probar algo nuevo. Cada comportamiento del animal tiene una explicación, como cuando el perro araña la puerta, probablemente sea porque quiere salir.
Los investigadores llevaron a cabo un experimento para comprobar hasta qué punto la gente entiende lo que fido quiere comunicar. Descubrieron que las mujeres eran más propensas a entender al perro. Según otros estudios, las mujeres no sólo hablan más con nuestros compañeros de cuatro patas, sino que también son capaces de entender sus deseos y su estado emocional más que los hombres.
Los investigadores grabaron los gruñidos de 18 perros en diferentes situaciones: cuando el perro protege a los suyos de otros perros, cuando juega a buscar, cuando se siente amenazado o cuando se le acerca un extraño. Durante un periodo de tiempo, los investigadores seleccionaron una muestra de 40 personas a las que se les pidió que identificaran el tono del gruñido en una escala que iba desde el miedo, la alegría, la agresividad, la desesperación y la felicidad.
¿Son las personas capaces de entender las emociones de los perros?
¿Resultado? En el 63% de los casos, las personas fueron capaces de identificar el contexto del gruñido.
«Nuestros estudios de resonancia magnética funcional sugieren que los perros y los seres humanos utilizan áreas cerebrales similares y es probable que tengan procesos similares para evaluar las emociones de los demás basándose en las vocalizaciones. Al parecer, existen reglas biológicamente arraigadas para las vocalizaciones y las emociones de los mamíferos, y estos procesos ayudan a los humanos a evaluar la carga emocional no sólo de los perros, sino también de las expresiones vocales emocionales de otras especies de mamíferos», afirma Tamás Faragó, uno de los autores del estudio, y añade que «es probable que las hembras sean más empáticas y sensibles a las emociones de los demás y esto les ayuda a sintonizar mejor los contextos con el contenido emocional de los gruñidos».
Consultar el estudio en inglés en Royal ety of Open Science