El proceso de autodomesticación del perro se remonta a unos 14.000 años. Según los expertos, tal y como se recoge en un interesante artículo publicado en el New Haven Registrer, ha habido una evolución que se remonta a hace 2000 años, cuando el hombre se dio cuenta de que el perro podía ser útil. En este sentido, se inició la cría y selección de razas destinadas a la utilidad del perro en función de las cualidades, el temperamento y las características morfológicas del animal. Desde el perro apto para el pastoreo hasta el perro guardián.
En los últimos años, los investigadores se han centrado en la esfera cognitiva del perro, tratando de entender su lenguaje y su comunicación con los humanos. La domesticación también ha propiciado el desarrollo del afecto, gracias a lahormona oxitocina, también conocida como la hormona del amor, que refuerza el sentimiento de amor tanto entre un humano y un bino como entre perros y humanos. Un factor revelador para entender el papel de laempatía en la relación y la comunicación con un perro.
El lenguaje de los perros y la hormona del amor
«Cuando te das cuenta de que la misma hormona que libera una persona en presencia de un recién nacido tiene la misma acción en los perros portas a pensar que en él se producen sentimientos muy similares. Por eso los perros nos quieren», afirma Angie Johnston, investigadora del Centro de Cognición Canina de la Universidad de Yale(Estados Unidos).
A los investigadores les fascina este rasgo, que sólo se da en los perros y no en los lobos, incluso cuando éstos han convivido con los humanos. «Es algo que los perros han desarrollado -continúa Johnston- al convivir con los humanos y se ha convertido en un verdadero amor.
Además del sentimiento de amor, los perros tienen empatía. Se trata de una capacidad cognitiva que les acerca a las personas de una forma muy poco habitual, como se registra en los casos de los perros que se utilizan para la terapia con mascotas.
El lenguaje de los perros a través de la empatía
«Los perros permiten a las personas expresarse de una manera que ningún otro ser puede». Esto es lo que dijo Kay sh, la encargada de Boone, un labrador utilizado en la terapia de subasta con personas que sufren de Alzheimer.
«Dejan que la gente se abra. Permite a la gente conectar con él», añadió Sh.
Las preciosas declaraciones revelan una dimensión a menudo ignorada por quienes suelen decir que un perro es sólo un perro.
Kathy Shae, fundadora del Paws ‘N Ef Canine Training Center, un centro de adiestramiento de perros para terapias con mascotas, va un paso más allá.
Shae recordó que esta apertura «es intuitiva para ellos, no es verbal sino empática en su sentido más puro».
«Hay una conexión que es increíblemente profunda. Creemos que hemos perdido la empatía y que, en cambio, a diferencia de nosotros, los perros la han adquirido en un sentido evolutivo y por eso nos hemos avergonzado», concluye Shae.