Los perros con el hocico aplanado son más cariñosos y mejores en la vigilancia

bulldog inglés

En Estados Unidos y otros países de habla inglesa se está extendiendo el fenómeno de los perros braquicéfalos, aquellos que tienen el hocico aplastado.

Se trata de un fenómeno que ha sido noticia entre los amantes de los animales y los expertos, que han señalado que se trata de razas con características bien definidas que a menudo pueden presentar patologías cardio-respiratorias causadas precisamente por la morfología de la estrecha cavidad nasal.

Por otro lado, un estudio publicado en la revista científica Plus One, descubrió que los efectos positivos de los perros braquicéfalos podrían explicar en realidad por qué tienen tanto.

El estudio dirigido por Paul McGreevy, de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Sídney, demostró que los perros con el hocico aplanado eran más cariñosos y mejores guardianes que los de hocico largo.

El profesor MC Greevy se preguntaba por qué tanta gente prefiere gastar en cuidados co veterinarios para perros pemáticos como los braquicéfalos: «Pensé que debía haber un nesn el carácter del perro», señaló el profesor.

La mayoría de los propietarios de perros braquicéfalos dijeron que no sólo eran más cariñosos, sino que también respondían mejor a las órdenes. La diferencia radica en el carácter. Los perros con hocicos largos tienden a ser más cautelosos y menos agresivos.

Las razas caninas presentan una gran variedad morfológica, que va desde los perros braquicéfalos hasta los dolicocefálicos, es decir, los que tienen el hocico muy alargado, como los galgos. Estas características genéticas influyen en el comportamiento y el temperamento del animal, y ya se ha demostrado que los perros pequeños tienden a ser más agresivos e indisciplinados que los grandes.

La última investigación tomó datos de 60.000 perros, divididos en 45 razas, y analizó la relación entre las características fisiológicas de los perros y su comportamiento en una serie de pruebas. Los resultados confirmaron la teoría de que los perros pequeños son agresivos, pero también que la morfología del cráneo influye en el carácter. Esto, para los investigadores, ayuda a entender por qué los galgos en general no son buenos perros de guardia y por qué los afganos son más y menos juguetones que los perros con cráneos más cortos.

Se comprobó que el perro braquicéfalo era más afectuoso, más propenso a jugar y más juguetón. Además, el hecho de que se centren más en el juego sugiere que su formación es más floja. Además, cuando se veían amenazados por una presencia desconocida, reaccionaban de forma inminente con agresividad, ladrando y arremetiendo contra la amenaza, que durante el transcurso del juego se mantenía en un humano cubierto con una sábana o cartón.

El profesor McGreevy añadió que «los perros braquicéfalos tienen los ojos muy separados y su visión puede ser más parecida a la de los humanos», lo que podría explicar su mayor complicidad.

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