mitos que hay que desmentir sobre la convivencia con Bobi

Falsos mitos sobre los perros: mitos que hay que desterrar cuando se convive con BobiDi – 13 de enero de 2020

Circulan muchos mitos sobre los perros, auténticas leyendas que debes desterrar si vas a adoptar un perro.

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Adoptar un perro, ya sea un cachorro, un adulto o un anciano, significa introducir mucho amor en su vida y también una gran responsabilidad: acoger a un amigo de cuatro patas, de hecho, no es algo que deba hacerse a la ligera, sino con el pleno conocimiento de que se está haciendo responsable en todos los sentidos de su salud y bienestar.

El problema es que en el imaginario público suele haber muchos falsos mitos sobre los perros: a veces son verdaderas leyendas que pueden resultar inofensivas por su obviedad, pero en muchos casos son peligrosas inexactitudes que, por desconocimiento de los hechos, pueden causar daños y problemas en la convivencia entre el perro y su familia humana.

Por eso, en este artículo hemos elaborado una lista de falsos mitos sobre los perros. Descubramos cuáles son y por qué hay que evitarlos.

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1. Cuando el perro resopla, siempre está contento

Todos estamos acostumbrados a pensar que un cachorro desairado está comunicando su felicidad al mundo, pero esto es una verdad incompleta. Cuando su perro mueve la cabeza, puede estar expresando alegría y emoción, pero en algunos casos el mensaje que el lenguaje corporal de Bobi está enviando puede ser diferente.

Dependiendo de la posición y la velocidad a la que se mueva, el lenguaje corporal del perro puede enviar diferentes mensajes: por ejemplo, si Bobi se mueve rápidamente de derecha a izquierda, probablemente esté contento, pero si se mueve a media altura, lentamente, puede estar comunicando miedo o incluso agresividad.

2. Un perro adulto no puede aprender nuevos trucos

Los cachorros son verdaderas esponjas, que absorben con asombrosa rapidez todo lo que se les intenta enseñar, desde las órdenes que todo perro debe conocer hasta los trucos y ejercicios para jugar y disfrutar al aire libre.

Esto no significa, sin embargo, que no se pueda adiestrar a un perro adulto: le llevará más tiempo y paciencia, pero con el método adecuado aprenderá rápidamente.
Los perros mayores también pueden ser adiestrados si gozan de buena salud y no tienen problemas importantes de visión, audición o movilidad.

3. Los perros sólo ven en blanco y negro

Hay muchos mitos sobre la vista de los perros que hay que disipar, uno de ellos es que los perros sólo pueden distinguir los colores. De hecho, los perros no ven en blanco y negro en absoluto: son capaces de distinguir un número limitado de matices, incluso algunos colores profundos.
Puedes leer más sobre esto en nuestro artículo y descubrir qué colores pueden ver los perros y cuáles no.

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4. Dejar que un perro que acabas de conocer te huela la mano

Este es uno de los mitos caninos más peligrosos, aunque se apoye en la mejor de las intenciones: ¡extender la mano a un perro desconocido puede no ser una buena idea!

A diferencia de nosotros, los humanos, que vemos el apretón de manos como una señal de apertura hacia el otro, este gesto podría ser interpretado por el perro como una señal de agresión y provocar la reacción de Bobi. En el peor de los casos, el perro puede incluso morder. Si te encuentras con un perro desconocido, deja que se acerque y muestre curiosidad antes de extender tu mano hacia él.

5. Un año canino equivale a siete años humanos

Una vieja creencia que ha sido ampliamente desmentida por los últimos descubrimientos científicos: hace muy poco se descubrió una nueva fórmula matemática para calcular con precisión la edad de un perro, pero en general se puede decir que la equivalencia 1:7 nunca ha sido válida.

Los perros envejecen más rápido que nosotros, pero hay que tener en cuenta una serie de factores a la hora de calcular la edad del perro en años humanos: la raza, el tamaño y la predisposición genética son algunos de ellos.
En general, los perros grandes envejecen más rápido que los pequeños.

6. Una nariz seca significa que el perro está enfermo

Uno de los conceptos erróneos más comunes sobre los perros es que una nariz seca es un indicador del estado de salud de Bobi: se dice que la nariz de un perro debe estar siempre fría y u, viceversa, una nariz seca indica la presencia de una enfermedad en curso.

En realidad, hay muchas causas inofensivas que pueden resecar la nariz de Bobi: por ejemplo, una siesta más larga de lo habitual o la presencia de una alergia en el perro.
Si la nariz de su perro está seca de vez en cuando, no debe preocuparse, pero tenga cuidado si la sequedad es constante y empiezan a producirse grietas. En este caso, lo mejor es consultar a un veterinario.

7. La boca de un perro es más limpia que la de un hombre

Existe la leyenda urbana de que la saliva del perro es antibacteriana y que la boca de Bobi está más limpia que la de un humano.

Por un lado, es cierto que la saliva de los perros tiene un pH ligeramente más alcalino que la de los humanos, lo que significa que pueden sobrevivir en ella menos bacterias. Pero, por otro lado, las bacterias siguen estando presentes y, sobre todo, pueden provocar enfermedades en los humanos. A continuación, le mostramos en profundidad las enfermedades de los perros que también pueden infectar a los humanos.

8. Adoptar dos cachorros a la vez es mejor que adoptar uno

Muchas personas piensan que adoptar dos cachorros al mismo tiempo es lo mejor, ya que los dos perros crecerán juntos y se harán compañía. Aunque este razonamiento parece lógico, esconde una serie de posibles trampas.

Aparte de las dificultades objetivas de criar a dos cachorros al mismo tiempo, también hay que decir que los problemas de comportamiento que pueden desarrollarse en dos cachorros que se crían al mismo tiempo son más difíciles de resolver para los adiestradores: los dos perros se vuelven codependientes el uno del otro y su relación se percibe como prioritaria respecto a la de la familia humana que los está criando.

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