Un estudio sorprendente que añade nuevas piezas a la extraordinaria relación entre el hombre y el perro. Elestudio ha sido realizado por el Laboratorio Universitario de Etología Canina <eg Updi Legnaro, dirigido por el investigador Paolo Mongillo, en colaboración con la profesora Lieta Marinelli, especializada en el análisis temporal de nuestros perros paradescubrir sus capacidades cognitivas, comola memoria, la percepción y el aprendizaje.
Los resultados de las investigaciones han demostrado que los perros son capaces de reconocer a sus dueños a través de la mirada. Muchos estudios han investigado cómo el perro se encariña con su dueño y, sobre todo, cómo se establece la relación, es decir, el intercambio. Los estudios han demostrado que los perros pueden reconocer las emociones humanas y que tratan de entender las palabras que pronunciamos.
Sin embargo, para los investigadores, el reino animal sigue siendo un misterio, sobre todo en sus mecanismos de pensamiento, ligados a los instintos que prevalecen en la especie. Entre los elementos que siempre han fascinado a los investigadores está el hecho de que en los tendots sobre una muestra de perros, éstos buscaban los ojospara reconocer a su amo.
En un principio, fue una corazonada de los investigadores, que querían profundizar en este aspecto: «Queríamos entender qué elementos de la cara humana son discriminatorios para el perro. Así que preparamos fotografías de dos y, una del dueño y otra de un extraño, dando al perro una recompensa cuando tocaba la imagen del dueño. Después de esta primera fase, cuando el perro ya era un éxito, le dimos la vuelta a las fotos y las retocamos con trucos como gafas de sol y Photoshop, dando siempre un premio. Y nos dimos cuenta de que la mayoría de los perros no reconocen la cara de su dueño si no ven sus ojos», señala Mongillo.
La investigación se centró en la percepción visual, por lo que se demostró que inicialmente el perro, couomo, reconoce primero el conjunto y luego los detalles.
«En ese caso, preparamos dos imágenes con pequeñas figuras geométricas que formaban una más grande, premiando al perro que reconocía la figura correcta. En la novena fase mezclamos las figuras grandes y las pequeñas para ver si el perro seguía eligiendo la misma figura grande o iba a por las pequeñas. Y en la mayoría de los casos notamos que la visión global prevalece sobre la local: el perro es una excelente herramienta para estudiar algunas enfermedades humanas como el Alzheimer, el resultado puede ser importante también en esta dirección.
El estudio se presentó en la Universidad de Padua durante la Conferencia Internacional sobre Ciencia Canina, organizada por el Departamento de Biocine y Nutrición Comparada.
Entre otras investigaciones, Dog Up realizó un estudio sobre laorientación del perro dentro de un laberinto: «Cuando el perro entra se encuentra con una horquilla. A la derecha está la salida, a la izquierda un callejón sin salida: cuando el perro aprende cómo funciona, cierra la salida y abre un hueco en el callejón sin salida. Este estudio ha demostrado que los perros de hasta 8 años son más flexibles y pueden adaptarse, mientras que los de más edad no son capaces de rehacer el comportamiento en la fase nda. Lo más importante es que observamos que las hembras no castradas son mucho más rápidas en la primera fase que las demás y que los machos: es la primera vez que la investigación revela un efecto no reproductivo en el comportamiento inducido por la castración.