¿Pueden los perros fingir? Descubramos si Bobi es capaz de engañarnos

¿Pueden los perros fingir? ¿Es Bobi capaz de «decir una mentira», quizás para conseguir algo que quiere? Averigüemos juntos la respuesta!

Bobi siempre ha sido el mejor amigo del hombre: símbolo de lealtad, sinceridad y amor incondicional, ha convivido con el hombre durante miles de años. En resumen, no hay ningún ser en el mundo en el que podamos confiar más. Sin embargo, hay quienes cuestionan este dogma y se preguntan si los perros son capaces de fingir. Averigüemos juntos la respuesta.

La complejidad del perro

El perro es mucho más que una mascota: es un compañero de vida, con el que compartimos años y años de nuestra vida, teniéndolo a nuestro lado, pase lo que pase; y cuando se va para siempre, es un dolor inmenso. La relación que un perro establece con un ser humano es especial, y precisamente porque Bobi es un animal muy complejo.

Es capaz de entender nuestras emociones; entiende nuestro estado de ánimo, entre otras cosas porque el perro es capaz de sentir emociones, tanto de alegría como de dolor. Y tiene una importante capacidad intelectual, comparable a la de un niño de cuatro años. Establecer una relación con Bobi es como integrar a un bebé, que lo seguirá siendo durante toda su vida.

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¿Pueden los perros fingir?

En resumen, podemos poner la mano sobre Bobi sin temor a quemarla, pero eso no significa que no pueda jugarnos una (inofensiva) broma de vez en cuando.

Sí, ¡hasta los perros son capaces de fingir! ¿La razón? El único talón de Aquiles de nuestro querido amigo: ¡la comida!

De hecho, el perro puede aprender a fingir para conseguir la codiciada golosina; pero cuidado, somos nosotros los que, la mayoría de las veces sin querer, condicionamos el comportamiento del perro, enseñándole cosas equivocadas.

Si el perro entiende que simulando un estado de tristeza obtendrá siempre y en todo caso el ansiado premio, tenderá a repetirlo a lo largo del tiempo: si se comete este error, el perro entenderá que es un comportamiento que da sus frutos, ya que es alentado por su dueño.

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Los resultados de un experimento científico

Marianne Heberlein, bióloga evolutiva de la Universidad de Zúrich, empezó a creer que los perros eran capaces de fingir al observar su propio comportamiento en el jardín.

La bióloga decidió realizar un complejo experimento para comprobar si su impresión era correcta.

Elexperimento consistía en utilizar tres cajas: una vacía, otra con una salía y otra con una galleta. Los perros seleccionados iban acompañados de tres personas: una de ellas era el propietario y las otras dos eran desconocidas. Los perros fueron entrenados para guiar a cada persona a una de las tres cajas.

El dueño y uno de los dos extraños tenían la tarea de dejar que el perro se comiera el contenido de la caja a la que eran conducidos; el otro extraño debía quedarse con el contenido.

Sorprendentemente (o tal vez no), los perros aprendieron a guiar al dueño hacia la caja que contenía la salía, seguros de que la había recibido como recompensa, mientras que el extraño que debía quedarse con la salía era conducido en la mayoría de los casos a la caja vacía.

En resumen, hasta los perros fingen, pero podemos perdonarlos: la comida es una muy buena razón.