La pubertad en los perros: qué es, cómo se manifiesta y cómo tratarlaDiRossana Buccella – 22 de febrero de 2021
Todos los cachorros están destinados a crecer pasando por una delicadeza de la vida. Descubramos qué es la pubertad en los perros y cómo afrontarla.
Adoptar un tierno cachorro es un poco como convertirse en padre: un amor incondicional que no se puede explicar. La primera comida, el primer baño, los relajantes paseos por el parque, los mimos en el sofá: momentos incomparables.
Pero, por desgracia, esta fase inicial, en la que todo es bonito y agradable, está destinada a llegar a su fin: los cambios de aspecto, de carácter, de emociones y de comportamiento nos mostrarán que nuestro perro está creciendo.
Nuestra autoridad será puesta a prueba, con paciencia. Bobi adoptará comportamientos extraños e inusuales, tenderá a ser más autónomo y a querer descubrir la realidad que le rodea por sí mismo, dejando de querer nuestra «supervisión».
Este periodo, que le llevará a ser un adolescente de pleno derecho, tiene un nombre especial: pubertad. Un periodo en el que el perro, que ya no es un cachorro, reacciona de forma diferente y más emocional a los estímulos externos.
Siente que quiere cuestionar todo lo que ha aprendido de nosotros, las reglas que hemos establecido y casi no quiere escuchar nuestra autoridad.
Dar la cara durante este proceso es fundamental para guiarle y educarle de la mejor manera posible. Para ello, sin embargo, debemos entender qué es la pubertad en los perros, cómo se manifiesta y qué «reglas guía» debemos seguir.
La pubertad en los perros: qué es y cuándo empieza
Al igual que nuestros adolescentes, Bobi se convierte en lle.
La pubertad en los perros es una ventana a su futuro mundo adulto. Es un periodo muy exigente para nosotros y muy importante para él: Bobi moldea su carácter, su personalidad, define sus límites y construye nuevas bases de convivencia y alimentación.
Este periodo comienza cuando el cachorro pierde los dientes de leche y se prepara para la aparición de sus dientes permanentes: la pubertad suele comenzar alrededor de los 6 meses en las razas pequeñas y de los 12 meses en las grandes. Y termina con la consecución de la madurez sexual.
Durante la pubertad, nuestro amigo de cuatro patas es difícil de manejar, ya que se producen en él cambios hormonales y fisiológicos que provocan un cambio en su aspecto y carácter:
- A nuestros ojos aparecerá inquieto, caprichoso, desobediente: una verdadera lle, que ya no quiere descubrir ni hacer con nosotros;
- Para sus ojos, la realidad que aparece ante él es nueva, cada estímulo es más fuerte y capta su atención y curiosidad con más énfasis.
Es importante entender que no lo hace por maldad. Bobi sólo sigue este proceso natural, y de nosotros depende que lo viva de la mejor manera posible: con mucha paciencia y un mayor esfuerzo, evitaremos que asuma hábitos y comportamientos erróneos.
Cómo se manifiesta
La pubertad en los perros es una de las fases más exigentes del desarrollo de un perro: parece que su único objetivo es poner a prueba continuamente nuestra paciencia y superar todos los límites que le hemos impuesto.
En este «periodo extraño», Bobi adopta un comportamiento inusual, no respeta las reglas y las órdenes, quiere ser completamente autónomo: ya no es un cachorro, está creciendo, listo para convertirse en adulto y para escuchar todos los cambios hormonales, químicos y neuronales dentro de su cuerpo.
La pubertad ve el objetivo de alcanzar la madurez ual, se produce un verdadero cambio hormonal en Bobi: en el macho es el primer marcaje con la pata levantada, en la hembra el primer celo.
No es difícil para nosotros notar estos cambios, pero entendamos realmente lo que sucede a nivel hormonal y de comportamiento a nuestro perro:
- la hormona del bienestar, la serotonina, verá reducida drásticamente su producción;
- la adrenalina, el neurotransmisor del sistema nervioso simpático, aumentará drásticamente, elevando el nivel de alerta de Bobi;
- la hormona liberadora de gonadotropina se desarrollará, activando los órganos anales: veremos un aumento de la testosterona en el hombre y de los estrógenos en la mujer;
- la hormona del placer, la dopamina, verá aumentar la cantidad de sus receptores, influyendo de forma más positiva en el cerebro de Bobi;
- El cortisol, la hormona del estrés, alcanzará picos muy altos: el perro se molestará de repente por los ruidos fuertes.
Todo este «desequilibrio» pondrá de manifiesto cambios inesperados e incomprensibles en el comportamiento de nuestro perro. Actuará de manera diferente a todas las situaciones que ya había experimentado cuando era un cachorro:
- cuestionará nuestra autoridad;
- empezará a no obedecernos, volviéndose insolente;
- ya no querrá estar solo en casa, apareciendo todos los síntomas de la ansiedad por separación;
- marcará su territorio más a menudo;
- controlará y defenderá su espacio, el suyo y el de sus juguetes, asumiendo una actitud agresiva;
- su relación con las personas y otros perros cambiará, en algunos casos los verá como enemigos;
- aumentará su fuerza y determinación durante nuestros paseos, manteniendo una buena distancia con nosotros;
- tomará decisiones por su cuenta, sin seguir nuestras órdenes;
- pero habrá que animarse más;
- estará distraído, apático e indiferente a todas nuestras peticiones.
Estos son los comportamientos que nuestro perro asumirá durante la fase de pubertad. Será difícil y complejo pasar por esta fase con tu perro, pero con la calma adecuada, la coherencia y la firmeza en nuestras decisiones podremos «transportarlo» de la mejor manera posible a la edad adulta.
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Qué hacer con la pubertad de su perro
«Reeducar» a un lle, especialmente a un amigo de cuatro patas, es una tarea muy delicada, hecha de retos y determinación.
Para evitar que Bobi se haga con el control durante este tiempo, es esencial adoptar reglas precisas, claras, coherentes y constantes.
He aquí algunas reglas útiles para superar la pubertad de su perro de la mejor manera posible, y encontrarse con un excelente y bien educado adolescente de cuatro patas a su lado:
- que entienda quién manda: el perro nunca debe sustituirnos, debe aprender a entender que nosotros mandamos;
- La constancia y la consistencia no deben faltar nunca: el adiestramiento de cachorro fue exigente y en estos tiempos turbulentos no debemos desistir, sino que debemos seguir consolidando las órdenes que le hemos enseñado, sin cambiar nuestra actitud hacia él, sino sólo mostrándole más firmeza;
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- mostrarle confianza: Bobi debe confiar en nosotros, debe sentir que le protegemos. En caso de peligro, ponte delante de él con tranquilidad y contención, lo que también se transmitirá a él;
- Dejemos que descargue toda su energía: un perro cansado es mucho más feliz. Juguemos con él y animémosle a que conozca a otros perros: así no sólo se alejará, sino que gastará toda su energía y ya no querrá destrozar el sofá de casa, por ejemplo;
- mantener la calma: a veces tendremos ganas de perder la paciencia, pero debemos ser más fuertes. La paciencia, el apoyo, la calma le harán comprender que tiene que afrontar las diversas situaciones que se presentan con más tranquilidad;
- no le castigues: levantar la voz o darle un castigo no solucionará la situación, no calmará su ira, sino que aumentará su miedo, con el agravante de que no hará lo que se le pide;
- Premiémosle: aunque tarde en hacer algo o en reaccionar a una orden, hagámosle un pequeño regalo, lo verá como un cumplido, sentirá que le estamos animando y poco a poco le resultará más fácil responder rápidamente y de buen grado a nuestras peticiones.
El compromiso es fundamental para acompañar a Bobi en este «crecimiento», la fase de pubertad pasará y sólo gracias a nosotros se convertirá en un adúltero y más ro en sí mismo
. Por supuesto, si este camino le resulta más complicado, consulte a un entrenador profesional.
Rossana Buccella
Rossana Buccella