¿Qué es la ehrlichiosis canina?

perro veterinario


La ehrlichionina es una enfermedad infecciosa causada por un microorganismo, la rickettsia, similar a una bacteria que es transmitida por garrapatas del tipo Rhipicephalunguine también conocidas como garrapatas del perro.


La rickettsia reside en los glóbulos blancos mononucleares del perro, que, si está infectado y no se trata, puede convertirse en un portador permanente, del que la garrapata sólo será un vector. Sin embargo, para que se produzca la transmisión del parásito, la garrapata debe permanecer adherida a su víctima durante al menos 48 horas.


SÍNTOMAS – Desde el punto de vista de sus manifestaciones, los signos de la ehrlichiosis pueden ser de varios tipos, desde hemorragias nasales hasta fiebre que puede llegar a ser mortal. Entre los síntomas más comunes están la fiebre, la anorexia, lanae cola, con una forma hemorrágica, la anemia y la disminución de las plaquetas.
Por regla general, la ehrlichiosis se produce entre 10 y 20 días después de la picadura de la garrapata infestante y se multiplica en el citoplasma de las células mononucleares del organismo (monocitos, macrófagos, linfáticos sanguíneos y células del hemo reticulohistiocítico del hígado, el bazo y los ganglios linfáticos). Otros signos son los neurológicos, como convulsiones, ataxia, hiperestesia o anuria, así como la cojera, por la que el animal puede tener una marcha más rígida.
La gravedad de la enfermedad depende de varios factores, como la corta edad del animal o la presencia de otras enfermedades.


DIAGNÓSTICO – El diagnóstico no se basa en los resultados de las pruebas, sino en diversos factores, como la presencia del perro en una zona endémica y otros síntomas, para elaborar un cuadro clínico.


Sin embargo, el diagnóstico definitivo es posible cuando el agente causante se aísla en las células mononucleares de la sangre (monocitos). Para completar el análisis puede ser necesaria una aspiración con aguja de los pulmones, ya que éste es un órgano rico en monocitos.


Hoy en día, la serología ofrece la posibilidad de detectar mediante inmunofluorescencia la presencia de anticuerpos contra Ehrlichia canis en el suero. Esta prueba es extremadamente fiable, ya que permite reconocer la enfermedad en el 94% de los casos.


FASES- La enfermedad puede presentarse de tres formas: aguda, subclínica y crónica. La forma aguda comienza 2-3 semanas después de la infección, con fiebre y letargo, pero también otros síntomas como secreción oculo-nasal, anorexia, debilidad, adelgazamiento y aumento del volumen de los ganglios linfáticos. En estos casos, con el tratamiento, el perro puede mejorar en cuatro semanas. La forma subclínica o subaguda es un tipo de infección que dura entre 1 y 4 meses. Hay algunos casos en los que el perro ha conseguido eliminar la bacteria por sí mismo. Es muy difícil diagnosticar este tipo de ehrlichiosis y el perro puede convertirse en portador. Si se combina con otras enfermedades, la infección puede degenerar y conducir a la muerte, hasta una hemorragia grave. En su forma crónica, la ehrlichiosis se manifiesta con adelgazamiento, aumento del volumen de los ganglios linfáticos y del bazo, pero también con edema de las extremidades y del escroto. También puede haber un trastorno óseo o pancitopenia, es decir, una disminución de todas las células sanguíneas.


CURA – La ehrlichiosis se trata con antibióticos (tetraciclinas) para las formas agudas. Para las formas crónicas, el pronóstico es reservado. En condiciones críticas, el tratamiento se realiza por vía intravenosa.
No cabe duda de que la prevención sigue siendo la medida más eficaz contra esta enfermedad, con un tratamiento antiparasitario externo constante de las garrapatas, que, en contra de lo que se ha dicho, ahora representan un riesgo durante todo el año.
Para que sean realmente eficaces, los tratamientos deben repetirse regularmente, al menos cada 20 días.

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