Eutanasia a un perro o gato: qué se siente, cuándo hacerla y qué dice…PorTeresa Franco – 9 de marzo de 2020
La eutanasia de un perro o un gato plantea cuestiones como lo que siente la mascota, cuándo hacerlo, la ley y cómo afrontarlo.
Los animales, como los humanos, son seres sensibles, lo que significa que son capaces de experimentar dolor, pero también miedo, estrés y ansiedad. Así lo establecen varias leyes italianas. En consecuencia, cuando el animal sufre un dolor excesivo, algunos propietarios se enfrentan a la opción dela eutanasia, es decir, de matar a su animal.
El veterinario debe obtener el consentimiento de los propietarios de la mascota, después de haberles informado correcta y sufi cientemente de la prora diagnóstica que va a realizar, excepto en el caso de las maniobras para salvar la vida y la emergencia del animal.
Por ello, ante la opción de la eutanasia, el veterinario debe proporcionar toda la información necesaria a los propietarios del animal, teniendo en cuenta su sensibilidad y capacidad de comprensión de la información para que sean plenamente conscientes de la elección que van a hacer.
Eutanasia o asesinato, ¿qué son, hay diferencia entre ambas?
La eutanasia sólo es recomendada por el veterinario, que es el competente en la evaluación del bienestar animal, según las leyes 281/91 y 189/04, en los casos en los que el animal tiene una enfermedad terminal y el cuerpo se ha acostumbrado a los fármacos o una patología incurable que no permite al animal comer o caminar y le causa un gran sufrimiento. Por tanto, la eutanasia en sentido estricto se entiende en el sentido propio del término (que en griego significa muerte suave), como el alivio del sufrimiento del animal.
También existe otro tipo de eutanasia, el sacrificio, que se utiliza en los casos en que el animal es deliberadamente peligroso. En ambos casos se sedará al animal para que pierda el conocimiento.
No siempre es necesario recurrir a la eutanasia. En algunos casos se puede evitar la eutanasia implantando una prótesis, como en el caso de Vito, el primer gato «biónico» italiano.
Eutanasia de perros: ¿debe estar presente el propietario?
La decisión de recurrir o no a la eutanasia debe ser discutida por el veterinario en cada caso, lo que sí coinciden los diferentes veterinarios es que el propietario debe estar presente durante los últimos momentos de la vida de su mascota.
Antes de perder el conocimiento, el perro se encuentra perdido en un entorno desconocido, en la clínica, y busca consuelo en la presencia del dueño. Por lo tanto, aunque muchas personas optan por no someterse a la eutanasia porque les resulta demasiado dolorosa, es mejor soportar este dolor para permitir que su perro muera en paz y es correcto estar a su lado en este momento extremo. Algunos veterinarios y clínicas ofrecen un servicio de eutanasia a domicilio: en este caso el perro se sentirá menos perdido, pero seguirá necesitando la presencia de sus seres queridos.
Eutanasia: ¿Qué siente el animal? ¿Le duele a Bobi? ¿Y cómo se puede procesar después?
Una fase importante es la que precede a la pérdida de conciencia. El animal debe estar en un entorno lo más cómodo posible y acompañado de amigos, que deben intentar mostrar la menor ansiedad, estrés y angustia posibles, para no transmitírselos al animal. El dueño del perro puede intentar consultar a un plogista, que suele estar presente en las clínicas, para que le ayude a afrontar este momento.
Lamascota no siente ningún dolor durante la eutanasia. Después de que el perro o el gato haya perdido el conocimiento mediante la administración de un fármaco adecuado, en ausencia de dolor, se producirá para ellosuna parada cardiorrespiratoria y, a continuación, la pérdida de conocimiento en orden, todo ello en cuestión de minutos.
La pérdida de una mascota no siempre es fácil de superar. En cuanto a la eutanasia, si la decisión se ha tomado únicamente por el bien del perro (y no, como ocurría a menudo en el pasado, cuando se sacrificaba al animal porque la medicación para él era cara o la gente no quería dedicar su tiempo a un animal enfermo), no debes sentirte culpable: céntrate en el hecho de que ha dejado de sufrir.
Puedes intentar superarlo haciendo algo en memoria de tu perro o gato: dedicándole versos, plantando un árbol (hay varias webs que te ayudan con esto) o haciendo una donación. Pensar que alguna parte de tu mascota sigue viva es una gran ayuda. Si el dolor por itto es insoportable, puedes contactar con un plogo.
Fuente: Veterinary Mission
También de interés:
Teresa Franco