La experimentación con animales es uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad, aunque los investigadores, especialmente en el campo de la co y la farmacología, sigan creyendo lo contrario, como demuestra la reciente exención con la que la Comisión de Asuntos Constitucionales ha aprobado en Italia una prórroga de tres años para la experimentación con animales en materia de drogas, alcohol, tabaco y xenotransplantes. trasplantes de órganos entre especies diferentes.
Aunque se han librado verdaderas batallas para prohibir las pruebas de cosméticos y otras investigaciones innecesarias que sólo causan sufrimiento a los animales en todo el mundo, aún queda mucho camino por recorrer.
Este es uno de los llamamientos lanzados por la organización internacional Humane ety (HSI) en el marco de una campaña contra la experimentación de pesticidas en animales que mueren envenenados durante la investigación.
HSI ha señalado que muchos países siguen realizando este tipo de pruebas de plagas en animales, como herbicidas e insectos, incluido un estudio denunciado por HSI sobre los beagles.
Según HSI, los perros son envenenados a diario y obligados a comer una cápsula o gránulo de la plaga durante todo un año.
Esta prueba ha sido prohibida en muchos países de Estados Unidos, India, la Unión Europea, Brasil y Canadá, pero sigue siendo un estudio obligatorio en algunos países, Japón y Corea del Sur, antes de poder comercializar los productos.
«Una teudela innecesaria que sigue en marcha para satisfacer a estos dos países», denuncia Hsi.
Troy Seidle, Director de Investigación y Toxología de HSI, emitió un comunicado en el que recordaba las condiciones inhumanas en las que se encuentran los perros: «Nunca han conocido la hierba. Sus vidas son cortas en jaulas de metal. Desde el momento en que son tomados como cachorros, arrancados de su i, estos beagles utilizados en las pruebas, tienen que soportar terli sufrimiento. sus pies. Pasan su corta vida en jaulas de acero dentro de un laboratorio. Desde el momento en que son arrebatados de su i como cachorros, estos beagles soportan un sufrimiento terli en nombre de las pruebas de plagas innecesarias. Tras puertas cerradas con llave, estos perros son envenenados lentamente, obligados a tragar pilones o a comer conos químicos todos los días durante un año hasta que se les mata y diseca.
HSI es la única organización de protección de los animales que trabaja en Japón y Corea del Sur, negociando activamente con las autoridades gubernamentales para que se supriman este tipo de pruebas.
Al mismo tiempo, HSI pide la colaboración de todos con una petición internacional – pincha aquí para firmarla: ¡Salva a los perros del cruel envenenamiento por plagas!
Muchas imágenes son impactantes y documentan esta realidad atroz que nunca se muestra. Ahora es el momento de hacerlo.