Cuando llega un cachorro a casa todo se vuelve felicidad, la ternura inunda las actividades del hogar, se empiezan a resolver problemas ¿Dónde dormirá?, ¿Qué comerá? Y poco a poco se coordina la familia para darle el mejor ambiente al perrito, y ahora llegamos a la pregunta ¿Cómo se llamará?
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Palabras cortas
Entre algunas consideraciones que debes tomar, es elegir un nombre corto debido a que resultará fácil para que el perrito pueda memorizarlo, y te podrás ahorrar sílabas innecesarias, por ejemplo, de nada serviría elegir uno muy largo como “emperador del desierto de los leones” si tu animalito solo entenderá algo como esto “blablablablablabla leones”.
Observar su carácter
Una pieza clave para elegir un nombre que le vaya a la medida es desde el principio avocarse a encontrar uno que lo describa al 100%, como los humanos también nuestras mascotas tienen un carácter definido y que lo hacen especial y diferente al resto, por ello si es muy alegre nos centraremos en aquellos nombres que plasmen esa cualidad.
Nombre adaptable
Debes tomar en cuenta la raza del perro para el nombre que le pondrás, esto en referencia al tamaño que este alcanzará en su etapa de adultez, que a veces esto puede resultar gracioso, pero lo debes considerar, por ejemplo un amigo en una ocasión nos comento lo siguiente “Les presentare a mi mascota llamada chiquilín” y en cuando salió todos quedamos boquiabiertos ya que se trataba de un gran danés de tamaño colosal.
Nombre diferente al de otras mascotas y al de familiares
El nombre debe ser único para cada mascota, por ejemplo si tienes un can que se llama Rocky y después al adoptar un nuevo cachorro le colocas el nombre de Docky, al llamar a uno de ellos causarás confusión en ambos, por lo anterior debes asegurarte que su apelativo se diferencie del de los demás.
Nombre distinto a comandos y órdenes
De igual forma el nombre a elegir no debe sonar igual a comandos de adiestramiento ya que también puedes confundirlo, digamos un perro llamado barracuda al ordenarle “saluda” no sabrá si lo estas llamando o esperando a que haga algo.
Otra opción también valida es nombrarlo de la primera forma que se te ocurra y después al adiestrarlo cambiar las palabras que definen las ordenes, estas pueden ser en otro idioma o incluso inventadas por ti, cabe señalar como algo curioso que esta última forma es muy recomendable, ya que solo tu tendrás control sobre el perro, por ejemplo para guardia y protección por más que un agresor le diga de mil formas detente no dará con la palabra clave inventada por ti.