6 posibles causas de un colapso repentino


Estar preparado para el colapso repentino de un perro es esencial para una intervención correcta y eficaz: aquí hay 6 posibles causas para que su perro se colapse.

el perro se derrumba

Entre las posibles emergencias veterinarias en las que puede verse envuelto su amigo de cuatro patas, el colapso repentino es probablemente una de las más aterradoras para quienes observan desde fuera: ver a su perro colapsar es una experiencia raramente agradable, pero mantener la calma y saber cómo actuar es fundamental para poder ayudar a Bobi.


¿Por qué se desmaya su perro? Posibles causas

perro

Existen numerosas causas posibles de colapso en los perros, que varían según la edad, la raza y la época del año en la que nos encontremos. Aquí hay una lista de 6 posibles explicaciones de por qué el perro se derrumba:


1. Golpe de calor


Durante los meses de verano, es posible que la deshidratación combinada con un esfuerzo excesivo lleve a su perro a sufrir un colapso por insolación. El principal signo al que hay que prestar atención es la respiración dificultosa del perro, que empieza a jadear en exceso.


Para evitar un golpe de calor, es importante evitar hacer demasiado ejercicio cuando hace mucho calor y asegurarse de que Bobi tenga siempre un cuenco de agua fresca y limpia a su disposición. Lleva a tu amigo de cuatro patas a dar un paseo a una hora más fresca del día.


2. Choque anafiláctico


Una de las razones por las que tu perro se derrumba podría ser un shock anafiláctico: al igual que en el caso de los humanos, algunas picaduras de insectos son muy peligrosas y pueden desencadenar una anafilaxia en tu fiel amigo peludo. Tenga cuidado, porque no siempre es posible ver a simple vista la picadura de abeja, avispa u otro insecto en el cuerpo del perro: además del colapso, pueden aparecer otros síntomas como vómitos y diarrea.


3. Síncope


El síncope es un colapso debido a una enfermedad cardíaca en los perros. Se produce repentinamente y la duración del episodio puede ser muy corta. Tras el síncope, el perro que se desplomó puede recuperarse completamente y comportarse como si no hubiera pasado nada: en cualquier caso, hay que llevarlo al veterinario lo antes posible.

Uña rota del perro

4. Crisis epiléptica


Un ataque epiléptico puede provocar el colapso del perro y suele ir acompañado de otros síntomas, como vocalizaciones, temblores, falta de control de la micción y desacción. El rasgo distintivo de las convulsiones es la inconsciencia: el perro no responde a ningún estímulo mientras dura el episodio. La recuperación puede ser lenta y el comportamiento del perro tras el ataque puede no ser del todo normal.


5. Intosión


Hay muchas toxinas que pueden causar un episodio repentino de colapso en un perro. Algunas se encuentran en el ambiente fuera de casa, como ciertas algas azul-verde que se forman en el agua estancada. Otras ansiedades potencialmente peligrosas para los perros están, por desgracia, al alcance de la mano porque están normalmente presentes en nuestros hogares: entre ellas se encuentran el xilitol (que provoca un peligroso nivel de azúcar en sangre) o el veneno para ratas.


6. Hemorragia interna


Un caso muy difícil de prever es cuando el perro se derrumba debido a una hemorragia interna: puede parecer extraño, pero se trata de un hecho bastante común en los perros de edad avanzada y , en particular, en ciertas razas como el Golden Retriever, que es especialmente propenso a desarrollar peligrosos tumores cardíacos o hepáticos. A veces, el tumor crece de forma silenciosa y asintomática hasta que se hace demasiado grande y se rompe repentinamente, provocando una peligrosa pérdida de sangre en el abdomen o el pericardio.


¿Qué ve cuando su perro se desmaya?

perro de visita

Hay dos casos posibles: en el primero, el perro se desploma, pero respira y responde a los estímulos. En el segundo caso, el perro colapsado no responde a ningún estímulo externo. El tipo de intervención que puede llevar a cabo varía en función del caso en el que se encuentre. En ambos casos, la primera regla es: no entrar en pánico.


Si el perro respira y responde a los estímulos, muévalo con cuidado y cárguelo en el coche, luego conduzca hasta la clínica veterinaria más cercana: llame por teléfono antes de llegar para que el personal veterinario de urgencia pueda prepararse para la emergencia. A su llegada, se tomarán imágenes del perro para estabilizar su estado y restablecer todas las constantes vitales. Mientras el personal se ocupa de Bobi, intenta pensar en qué ha podido causar el contratiempo: ¿hace mucho calor? ¿Estuviste al aire libre en presencia de insectos? ¿Con qué insectos estuvo en contacto su perro?


Si el perro no responde a los estímulos y no respira, debe iniciarse inmediatamente la RCP (reanimación cardiopulmonar). Comienza con las compresiones torácicas, colocando la palma de una mano sobre el dorso de la otra a la altura del corazón de Bobi y presionando rítmicamente. El siguiente paso es la respiración, manteniendo la boca del perro cerrada y soplando en sus fosas nasales. Luego reanude las compresiones torácicas. Mientras tanto, pídele a alguien que llame al veterinario, ya que tu perro necesitará un tratamiento imate.




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