¿Su animal no tiene un crecimiento regular? Puede ser raquitismo en perros y gatos. Cómo reconocerlo a tiempo y adoptar los remedios más adecuados.
Esta desagradable enfermedad también puede afectar a nuestros queridos amigos de cuatro patas. Hay un momento especialmente delicado en la vida de su perro o gato, que es el periodo más ndo para el desarrollo de esta enfermedad. Hay algunos signos llamativos, que un propietario atento no puede dejar de reconocer. Sin embargo, hay una serie de remedios que pueden contrarrestar el desarrollo de esta enfermedad: ¡será más le de lo que pensamos! Aquí tienes toda la información que necesitas para entender cómo se desarrolla y madura el raquitismo en perros y gatos.
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Raquitismo en perros y gatos: ¿Qué es?
Cuando se habla de «raquitismo», al igual que en el caso de los humanos, se trata de una enfermedad propia de la primera fase de crecimiento. Se desarrolla atacando el ema óseo: de hecho, los expertos lo describen como un«defecto de oxidación de la matriz osteoide recién formada«. Afecta principalmente al cartílago conjugado y a las zonas de calcio provisionales. Como veremos más adelante, una dieta deficiente en calcio y vitamina D3 durante la fase de crecimiento provoca una sobreproducción de la hormona paratiroidea, que se utiliza para compensar la falta de este mineral en particular (esto se conoce como «deficiencia de raquitismo»).
Lacarencia de calcitriol provoca raquitismo: este elemento, también conocido como vitamina D3, aumenta la captación de calcio en los intestinos y los riñones y permite que los huesos absorban mejor el calcio. Esto hace que los huesos sean más fuertes y tengan menos riesgo de fracturas.
Las causas
Todo comienza con la dieta. Una dieta desequilibrada, que puede incluir demasiados cereales y carbohidratos y no suficientes alimentos ricos en calcio y fósforo. Estos dos minerales son extremadamente importantes para el correcto crecimiento de un organismo, tanto humano como animal, porque tienen que vivir en equilibrio. Los dos elementos actúan en sinergia entre sí, en una proporción de dos partes de calcio por una de fósforo.
Uno depende del otro, por lo que la absorción de fósforo depende directamente de la presencia de vitamina D y calcio. Si están en proporciones equilibradas, los dos minerales serán absorbidos y asimilados por el cuerpo completamente. Otras posibles causas son: una intolerancia al gluten, que provoca un desajuste intestinal crónico; la falta de exposición al sol y los episodios frecuentes y prolongados de diarrea.
Los síntomas
El raquitismo de la estructura ósea y dental (Lea aquí:Los dientes del perro: conformaciones y malformaciones) es evidente cuando la enfermedad ya está en una fase avanzada. De hecho, esta enfermedad comienza con estados de apatía y pereza tanto en perros como en gatos. Será extraño ver a un cachorro, que suele mostrar una gran agilidad y vitalidad, cansado y apático, sin ganas de jugar o correr.
Lapropia fragilidad de los huesos hace que exista un alto riesgo de deformación de los mismos y de las frecuencias. Podemos ver una deformación de la columna vertebral debido a la desmineralización de los huesos. Los dientes también se verán afectados: podemos notar un retraso en el crecimiento de los dientes. Finalmente, habrá una deformación de las extremidades con hipotonía muscular y flexión de los huesos desde los primeros pasos de los cachorros.
Raquitismo en perros y gatos
Los trastornos ortopédicos en la fase inicial del crecimiento pueden solucionarse, o al menos ralentizarse, con la dieta. Entre los factores que causan estos trastornos musculoesqueléticos está la dieta que se les da a los perros y gatos desde el periodo inicial hasta el destete. Si la ingesta de energía está desequilibrada porque hay un desequilibrio nutricional, debido a una ingesta deficiente de calcio, fósforo y vitamina D, es posible en varios casos resolver el problemas con una ingesta correcta de calcio.
La carencia de vitamina D suele ser consecuencia directa de una dieta demasiado rica en verduras y carnes magras, que carecen de este elemento. Veamos a continuación qué alimentos contienen esta vitamina y cuáles pueden incluirse en la dieta de perros y gatos:
- Huevos,
- pescado (en particular trucha, lenguado, sro, salmón, pez espada, esturión, atún y sardinas),
- la leche,
- hígado y grasas animales (por ejemplo, pollo, pato y pavo),
- cereales,
- verduras verdes y setas.
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