cómo reconocerla y todos los remedios para tratarla

Si su perro tiene un absceso, es importante entender de qué se trata para poder actuar de inmediato. Aquí tienes una explicación y todos los trucos para curarlos.

Absceso en perros

Los perros pueden hacerse fácilmente heridas, que pueden infectarse y provocar abscesos. Más adelante veremos en qué consiste y daremos algunos consejos sobre la mejor manera de tratar los abscesos, aunque la verdadera solución es dejarlos en las hábiles manos de un veterinario. Así que no seamos héroes. Como mucho podemos adoptar algún rio pequeño mientras esperamos la visita del veterinario. Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre los abscesos caninos.

Absceso en el perro: qué es

Cuando el perro se lesiona y la herida se infecta, puede producirse una acumulación de piel de pulla o pulla subcutánea. Cuando la pieza se infecta, el cuerpo reacciona al proceso infeccioso, lo que provoca una inflamación en forma de bulto en la piel. La úlcera puede abrirse y puede salir pus.

Esta «infección» no afecta sólo a una zona del cuerpo, sino que puede afectar a todo el organismo del perro. Es una condición que puede afectar a cualquier raza de perro de cualquier edad y, por desgracia, ningún perro está fuera de peligro. Es una afección que requiere la intervención del veterinario, que analizará la pieza y hará un diagnóstico. Probablemente tratará el absceso con antibióticos y, en los casos graves, puede optar por drenar el pus de la infección.

Tipos de abscesos en perros

Ya hemos mencionado que el absceso puede afectar a cualquier zona del cuerpo, pero es la zona la que determina el tipo de infección. He aquí, pues, las zonas que pueden verse frecuentemente afectadas por un absceso.

Dientes: las infecciones dentales pueden provocar abscesos, especialmente en la zona de los caninos superiores y los premolares. Estas inflamaciones son muy dolorosas y molestas, y el perro suele presentar otros síntomas como falta de apetito y fiebre alta. El pus no siempre es evidente. Si la parte afectada es el cuarto premolar superior, la zona bajo el ojo también puede hincharse.

Ano: La zona anal también puede verse afectada por un absceso. Se trata de una molesta inflamación de las glándulas anales de un lado del ano. La piel se enrojece y adquiere un color violáceo. Si la infección se abre, se denomina «fístula anal»: esto permite que el pus salga al exterior. El pus será maloliente y su secreción dolorosa.

Espalda, cuello o cabeza: A menudo, si el perro ha sido mordido, la herida puede formar un absceso. Las heridas en el mosto suelen obligar al perro a mantener la cabeza en ángulo, lo que provoca dificultades respiratorias en el perro. Las heridas en el cuello o el cérvix, donde se suelen poner las inyecciones, son las más propensas a los abscesos, sobre todo después de la vacunación del perro.

Parte posterior del globo ocular: También puede formarse un absceso en la zona anterior del globo ocular. Esto hace que el ojo sobresalga notablemente hacia fuera.

Siempre que veamos un absceso en la piel del perro, no debemos pensar necesariamente que se trata de un absceso, ya que puede haber muchos motivos diferentes, desde los inofensivos, como las acumulaciones de grasa y sebo, hasta los más graves, como los tumores malignos del tejido conectivo fibroso.

Absceso en perros: diagnóstico

Absceso en perros

En realidad, la única ayuda real que podemos dar a nuestro perro es llevarle al veterinario más cercano o al de urgencias. Por eso, en cuanto notamos estas manchas rosas o incluso los primeros crecimientos, es el momento de remitirlo al experto. El experto evaluará la herida y hará un diagnóstico mediante un hisopado de la zona infectada. Esto determinará la cepa de bacterias presente, así como un análisis de sangre estándar para descartar una posible infección del torrente sanguíneo.

Absceso en el perro: tratamiento

Si el absceso está causado por un cuerpo extraño, el veterinario tendrá que extraerlo. A continuación, será nuestro trabajo desinfectar la herida quirúrgica con clorhexidina un par de veces al día.

En el caso de abscesos más grandes, el veterinario puede recomendar un tratamiento con antibióticos. Si el absceso es duro, debe ablandarse con compresas calientes antes de poder abrirlo y desinfectarlo. En el caso de los abscesos en los dientes, seguramente será necesario operar quirúrgicamente y luego proceder a un tratamiento de antibióticos y desinfectantes.

El drenaje también debe ser realizado exclusivamente por el veterinario con un tubo de drenaje, que vaciará la herida y luego la limpiará y curará. No se recomienda en absoluto hacerlo uno mismo en casa, ya que las consecuencias pueden ser devastadoras. De hecho, la infección puede provocar la proliferación de la bacteria co slococco pseudinteus.

Absceso en el perro: qué hacer

Además de llevar a tu perro inmediatamente al veterinario en cuanto notes los primeros síntomas de un absceso. La evaluación de la herida es el primer paso: si es superficial, el veterinario puede recomendar pomadas antibacterianas de venta libre para reducir el riesgo de infección. Algunos champús pueden tratar suavemente toda la superficie de la piel de su perro.

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