Los huesos de pollo, especialmente los de tte, pueden romperse y hacerse añicos en el estómago y convertirse en astillas afiladas que pueden ser peligrosas para la bolsa, el tracto esofágico o los intestinos.
Los huesos de pollo son una de las situaciones más temidas por los dueños de perros cuando se enfrentan a Bobi, que los ha masticado y tragado al menos una vez en su vida. Pero, ¿pueden los perros comer huesos de pollo? ¿Qué hay que hacer para proteger al perro de posibles problemas de salud? ¿Por qué se dice que los huesos de pollo son los más peligrosos?
En primer lugar, digamos que los huesos de pollo (sobre todo cuando se cocinan) son más frágiles que los de otros animales y representan un peligro porque pueden romperse en el estómago de Bobi y provocar laceraciones en la boca, elintestino y elesófago (tanto al ingerirlos como al regurgitarlos).
Además, los perros no son todos iguales, por lo que no hay una respuesta única a las preguntas planteadas anteriormente. De hecho, hay perros que trituran los huesos casi hasta convertirlos en polvo y, por tanto, son capaces de digerirlos y expulsarlos; otros que no mastican y pueden tragar los huesos sin triturarlos, poniendo en grave riesgo su sistema digestivo.
Dicho esto, es preferible nodar a Bobi desechos de pollo, pero si tu perro ha entrado accidentalmente en contacto con desechos de pollo con huesos, entonces tendrás que subir el listón.
Bobi comió huesos de pollo: ¿qué hacer?
Si tu amigo de cuatro patas ha comido huesos de pollo, es posible que no sepa a nada o que tenga consecuencias. Observe y controle a su perro y acuda al veterinario al primer signo de enfermedad:
El veterinario hará una radiografía del perro para ver dónde se encuentra el bulto tragado y comprobar si hay laceraciones y/o bloqueos intestinales. A continuación, administrará a Bobi una inyección para inhibir el vómito (que puede desgarrar el esófago) y recomendará la administración de un gastroprotector, dog u y vaselina para ayudarle a evacuar la comida ingerida.
Peritonitis y nesn los huesos
Se trata de unainfección muy grave del abdomen de Bobi causada por la perforación o rotura del estómago o del intestino tras la ingestión de astillas de hueso, úlceras o tumores. Si tiene peritonitis, el perro tendrá el vientre hinchado, estará apático, vomitará, dormirá más de lo habitual y no querrá moverse, correr o jugar. Para evitar el riesgo de peritonitis, se desaconseja alimentar al perro con huesos pequeños, como los de pollo y conejo.