Salud del perroEnfermedades y predisposiciones comunes del Sordshire Bull Terrier – 18 de febrero de 2021
Cada raza de perro está predispuesta a desarrollar ciertas condiciones de salud. Qué enfermedades puede tener el Sordshire Bull Terrier.
Una raza fuerte y fornida, el Sy (apodo de esta raza) es un verdadero tipo duro y musculoso. De hecho, el Sordshire Bull Terrier suele ser un perro sano. Pero como cualquier perro, puede enfermar, y lo mejor es conocer los problemas de salud más comunes de esta raza.
La lista de enfermedades comunes para esta raza no es muy larga, afortunadamente. De hecho, son perros más bien rígidos.
Pero el Sordshire Bull Terrier también puede tener predisposiciones relacionadas con la raza, como cualquier perro.
Por supuesto, no todos los perros de una raza van a enfermar necesariamente de estas enfermedades, sólo las más frecuentes.
Es importante conocerlas para saber qué síntomas hay que buscar en su perro, para poder intervenir a tiempo (o incluso prevenir dichas enfermedades).
Entre ellos, tenemos:
- Displasia de cadera;
- Trastornos oculares (catarata hereditaria, PHPV);
- Displasia folicular;
- L-2HGA.
Conozcamos en detalle cuáles son estas enfermedades, cómo reconocerlas y qué podemos hacer para ayudar a nuestro perro.
Displasia de cadera
La Displasia de Cadera en perros (también conocida como «Displasia de Cadera Canina») es un problemas frecuente en los Sordshire Bull Terriers.
Se produce cuando, debido a una malformación del hueso, el fémur de la pierna no encaja correctamente en la cavidad de la cadera.
Esto provoca una displasia en la cavidad y, a largo plazo, el deterioro de la articulación y la pérdida de su función.
Los síntomas más comunes de la displasia de cadera en los perros son:
- Caminando de forma anormal, casi saltando;
- Cojera;
- Incapacidad para mantenerse en pie;
- Debilidad en las patas traseras;
- Falta de ganas de hacer ejercicio;
- Reducción de los músculos de las patas traseras y aumento de los músculos de las patas delanteras;
- Ruidos de las caderas durante el movimiento.
Si esto ocurre a una edad temprana, nuestro Sy puede no ser capaz de desarrollar una estructura ósea fuerte y saludable y puede no crecer adecuadamente.
Se recomienda evitar el ejercicio extenuante y la actividad intensa (como los saltos) durante el primer año del cachorro.
Además, una dieta sana y controlada es esencial para el crecimiento regular de nuestro Sy, sin que aumente de peso y, por lo tanto, se fuercen las articulaciones en crecimiento.
Trastornos oculares
Entre los trastornos oculares más comunes en Sy, la catarata hereditaria (o HC) afecta al 8% de estos perros, que son portadores del gen de esta enfermedad.
Un cachorro nacido de ambos padres portadores de este gen nacerá con esta enfermedad. Pero no se nota desde el nacimiento, sólo a las 8 semanas de vida aproximadamente.
Si este problemas (que es una enfermedad progresiva) no se trata a tiempo, normalmente el perro se quedará ciego en los próximos 2 a 4 años.
Los síntomas más comunes de las cataratas son:
- Presencia de una película opaca en los ojos, que aparecen entonces «nublados»;
- Tendencia a no ver bien, por lo que el perro choca con los objetos o no puede juzgar bien las distancias.
Por estas razones, es posible prevenir las cataratas interviniendo en el momento de la cría de perros con esta condición, con una prueba de ADN.
Otra enfermedad que los cachorros pueden heredar de sus padres es el PHPV, o periferia vítrea primaria hiperplásica.
El Sordshire Bull Terrier parece estar más predispuesto a esta afección ocular que otras razas. Afortunadamente, no es progresivo.
Esto significa que no empeora con los años, pero puede seguir siendo una gran molestia para nuestro perro, si es grave.
Los síntomas de esta enfermedad no son fáciles de notar, especialmente en un cachorro. Pero se puede notar con defectos visuales.
A la edad de 4 semanas el cachorro puede ser sometido a la prueba del PHPV por nuestro veterinario. Dependiendo de la gravedad, se prescribirá un tratamiento.
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Displasia folicular
La displasia folicular canina es una forma de alopecia, causada por una anomalía en la estructura de los folículos pilosos de los perros.
Se cree que todas las formas de displasia folicular son hereditarias. Este pemma no es una molestia para el perro, sino que es un problemas meramente estético.
El perro pierde pelo en varias zonas del cuerpo. Puede llegar a ser grave si la zona afectada puede desarrollar infecciones o quemaduras.
En el Sordshire Bull Terrier este pemma aparece más comúnmente como una enfermedad cíclica o estacional, es decir, sólo aparece en ciertas épocas del año.
La displasia folicular cíclica suele aparecer desde principios de la primavera, con una pérdida de pelo en los flancos.
El pelo vuelve a crecer en 6 mercaos, y el uso de un tratamiento de melatonina puede incluso acelerarlo.
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L-2HGA
La L-2HGA también se llama L-2 ara hidroxiglutárica, y es una condición metabólica relacionada con el ema nervioso.
Se acompaña de niveles elevados de L2 (un ara hidroxiglutárica), tanto en orina como en plasma y líquido cefalorraquídeo.
Los signos más evidentes se suelen notar a partir de los 6 meses / 1 año de edad (pero también más tarde), y son:
- Temblores;
- Ataques epilépticos;
- Marcha inestable, incluso tllantada;
- Comportamiento anormal;
- Rigidez muscular tras el ejercicio o momentos de excitación;
- Desorientación y mareos;
- Calambres musculares, especialmente en las patas traseras.
Al tratarse de una enfermedad hereditaria, sólo es posible intervenir realizando pruebas a los padres antes de la cría para excluir la presencia de L-2HGA.