¿Es peligrosa la correa retráctil para nosotros y nuestros perros? Averigüémoslo

Probablemente, muchos de nosotros utilizamos correas retráctiles para pasear a nuestros perros, a menudo a cambio de golosinas. Pero parece que el plomo retráctil puede ser peligroso, veamos por qué.

correa retráctil para perros

Si quieres dejar que tu perro pasee un poco más libremente, sin dejarlo totalmente libre, este accesorio es realmente genial. Pero puede esconder algo: ¿es un plomo retráctil peligroso para nosotros y/o nuestros amigos peludos? Veamos qué dicen los expertos y los adiestradores al respecto, cómo usarlo o evitarlo, y qué métodos aplicar al sacar a Bobi de paseo, para evitar daños a él/ella pero también a nosotros y a otras personas.


Controlar al perro

collar de perro correa

Las correas retráctiles reducen en gran medida nuestro control sobre el perro. Si se produce una situación mientras estamos fuera de casa y nuestro perro se ve envuelto en algo tan inesperado, este tipo de correa no nos da mucho control y podemos encontrarnos en dificultades para afrontar la situación. Por ejemplo, si su perro se escapa en la calle o se encuentra con un perro agresivo, nos resultará muy difícil hacer frente a la situación en comparación con lo que haríamos con una correa normal.


Además, la correa puede romperse, sobre todo en el caso de los perros más grandes, cuyo peso y fuerza pueden desgarrar la correa. Esto puede poner en peligro tanto al perro como a otras personas o animales. No sólo eso, sino que la correa retráctil es peligrosa porque puede enrollarse alrededor de otros perros o personas. Esto puede provocar irritaciones y abrasiones en la piel, cortes y heridas. Y no sólo para nosotros y nuestro perro, también puede afectar a los demás que nos rodean.


La correa retráctil no enseña a nuestro perro el comportamiento correcto, por lo que no es recomendable para cachorros o perros que aún no están adiestrados, ya que les enseñará que es mejor tirar que estar delante de nosotros. Por lo tanto, los riesgos de lesión aumentan si el perro no está bien entrenado. Obviamente, por todas las razones mencionadas anteriormente, los niños nunca deben pasear a un perro con este tipo de correa.


Asesoramiento de expertos

evitar los riesgos de las correas de los perros

Por muy familiarizados que estemos con los cables retráctiles y por muy bien que los utilicemos, hay situaciones en las que es mejor evitar su uso, especialmente en lugares concurridos o en espacios reducidos. Un ejemplo sería la sala de espera del veterinario, o en zonas de tráfico con ciclistas y corredores. En general, siempre es mejor llevar una correa normal por si es necesario utilizarla, quizá porque la correa retráctil se rompa de repente.


Si te encuentras en una situación que cambia rápidamente -un aumento repentino de la aglomeración, por ejemplo-, siempre es mejor acortar y bloquear la pista inmediatamente. Esto debe hacerse antes de que el perro tenga siquiera tiempo de pensar en hacer algo, ya que sus tiempos de reacción son probablemente mucho más rápidos que los nuestros.


Otro comportamiento importante que hay que seguir es vigilar siempre el entorno. Tal vez, mientras el perro olfatea un macizo de flores, algún transeúnte se acerca distraídamente, lo que provoca un movimiento brusco del perro, que ataca porque está asustado. Si, por el contrario, estamos siempre atentos, podemos evitar cualquier comportamiento negativo sin que los transeúntes se den cuenta.


Evidentemente, cuanto más suelta sea la correa, más cuidado debemos tener, porque el área en la que el perro puede moverse es mayor. Siempre nos consideramos en el centro de este círculo formado por la zona en la que el plomo hace que Bobi se mueva, y entendemos lo que tenemos que hacer dentro para mantener todo bajo control. Obviamente, nunca utilizamos dos correas retráctiles juntas, ya que es imposible controlar a dos perros por separado en efce.


Por último, no todos los perros son adecuados para una correa retráctil. Los perros que se mueven rápido, los que corren olfateando todo, los que no pueden quedarse quietos, son un ejemplo perfecto de perro con correa retráctil, porque nos permite dejarlos vagar y explorar sin mucho temor por nosotros. En el caso de un perro que quiere permanecer sobre su talón, no se recomienda una correa retráctil con su pesada asa (que podría asustarlo). Pero cada perro tiene su propio carácter, su propia forma de moverse, y por lo tanto hay que considerar cada caso en particular.



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