¿La suave nariz de Bobi parece roja e irritada? Cómo diferenciar la capilariasis de la rinitis nasal cuando la nariz de su perro está inflamada y cómo curarla.
¿Se ha inflamado la nariz blanda de su perro y no quiere que nadie la toque porque le causa dolor? Es posible que se trate de una simple irritación causada por agentes externos, capilaridad nasal canina o rinitis. A continuación te explicamos cómo saber más sobre ella y cómo distinguir las posibles causas, para encontrar la adecuada para remediar la molesta nariz de Bobi.
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La nariz de Bobi: su «arma» para conocer el mundo
¿Sabes por qué la nariz de un perro se llama «alquitrán»? ¡Porque tiene la misma forma que este colmillo! Es aquí donde se encuentran las fosas nasales, los dos orificios por los que el perro inhala olores y aromas y de esta forma tiene la posibilidad de conocer el mundo. Porque Bobi utiliza su sentido del olfato para introducir todos los olores que luego recoge el cerebro.
Al ser una zona especialmente sensible, la nariz del perro puede irritarse y ser propensa a sangrar. ¿Es normal que la nariz de un perro siempre «gotee» un poco? En realidad, sí, porque esta mucosa funciona como una barrera contra los patógenos externos que quisieran entrar en las fosas nasales.
La nariz del perro está inflamada: capilaridad nasal o rinitis
Por desgracia, nuestro perro también es propenso a las enfermedades, y éstas pueden afectar a cualquier parte de su cuerpo, incluida la nariz. No hay una edad que tenga más riesgo que otra de padecer este tipo de enfermedad, pero también es cierto que Bobi responde de forma diferente según el grupo de edad al que pertenezca.
Es probable que un perro joven reaccione mucho mejor a un problemas nasal que uno mayor, mientras que un perro mayor puede agravar la situación con una mayor infección e inflamación.
Capilariasis nasal en perros
Causada por un parásito, Capillaria boehmi (de la familia de las «lombrices»), que afecta tanto a las fosas nasales como a las de sus «ancestros» directos, es decir, el hipo y el zorro, esta enfermedad se desarrolla por vía oral. El perro puede acercar su nariz al infectado y permitir que los huevos del parásito se instalen en las primeras vías respiratorias.
A su vez, estos huevos, a través de los estornudos y la tos, se tragan y pasan de la faringe al tracto digestivo, donde son expulsados a través del (a su vez) infectado.
Por lo tanto, Bobi puede infectarse no sólo al meter la nariz directamente en el infectado, sino también por el contacto y el agua infectada. En lugares como las perreras u otros refugios, el riesgo de infección es absolutamente alto, por lo que hay que tener mucho cuidado.
Si, además de una nariz irritada, hay mucosidad, picores, estornudos, disminución del olfato y hemorragias nasales, puede tratarse de capilariasis nasal. Sin embargo, sólo un diagnóstico de su veterinario puede confirmarlo mediante pruebas parasitológicas y exámenes nasales.
Rinitis canina: crónica, aguda o alérgica
La nariz inflamada también puede ser síntoma de rinitis, que a su vez puede distinguirse en formas que pueden derivar en otras infecciones (crónicas) o aparecer y desaparecer en poco tiempo (agudas). Por último, en el caso de una rinitis debida a un agente alérgico, la diferencia estará en el «color» de la secreción nasal: si es transparente, puede tratarse de una alergia. Los alérgenos pueden aparecer en cualquier época del año, no sólo en primavera, pero suelen ser: el polen, la lana, el polvo, el moho, etc.
La rinitis en los perros puede llegar a los senos paranasales y convertirse en sinusitis. Los signos a los que hay que prestar atención suelen ser los mismos en perros de todas las edades: secreción nasal espesa y maloliente (mucosidad), estornudos frecuentes y un estado general de náuseas y arcadas.
Si, por el contrario, el perro sangra por la nariz, podría tratarse de una capilaridad.
Si los síntomas son presumiblemente los mismos, la discordia en cuanto a las causas: en el caso de los perros jóvenes, la rinitis suele ser consecuencia directa de ciertas enfermedades víricas, traumatismos u otros agentes externos. En los perros de edad avanzada, por desgracia, la rinitis suele deberse a la presencia de tumores.
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