¿Bobi se hace daño y no sabes por qué? Podría ser una pata autoinfligida en su perro: aquí se explica cómo remediar este problemas.
Si hemos notado un comportamiento extraño en nuestro perro y, en particular, hemos encontrado signos de ello en sus patas, es el momento de llegar al fondo del asunto. Bobi suele lamer y morder las extremidades de su cuerpo, las patas, para dar rienda suelta a su malestar interior. En este caso podríamos hablar del síndrome de autolesión en perros: parece haber una causa principal, pero es bueno formular un diagnóstico con la ayuda de un experto. Hay algunos remedios homeopáticos que pueden ayudar, si no a resolverlo, al menos a reducir el problemas. He aquí, pues, lo que hay que saber sobre el síndrome de las lesiones en las patas de los perros.
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Síndrome de lamido de patas en perros: ¿qué es?
Se trata de una condición en la que las patas y las extremidades del perro se lesionan en mayor o menor medida. Sólo un test de ADN, el AMS, puede confirmarlo: al tratarse de una enfermedad hereditaria, es posible realizar esta prueba para detectar la presencia de determinados elementos reproductivos que se transmitirán genéticamente a los cachorros.
Es una enfermedad hereditaria precoz, lo que significa que está presente desde una edad temprana en los cachorros, y por desgracia también es más frecuente. En algún momento de la enfermedad nuestro amigo de cuatro patas perderá por completo la sensibilidad en sus patas, debido a las lesiones y heridas que han «anestesiado» la zona a lo largo del tiempo. Son los propios perros los que sufren heridas y lesiones tan graves que pierden el uso de sus patas. ¿Cómo? Con lamidas y mordidas. Incluso, en los casos más graves y continuados, pueden perder las falanges y las uñas. Visiblemente, parecerán amputados y los veremos cojear torpemente.
Cuándo y cómo se desarrolla
Esta actitud, que se convertirá en una especie de arrebato obsesivo-compulsivo, se manifestará a una edad temprana, en la que parecerá que el cachorro sólo le pica los talones. Al fin y al cabo, ¿no es bonito que un perrito se enrede en sí mismo para lamerse la pata? El problemas vendrá cuando el perro crezca y ya no pueda prescindir de esta actitud. El periodo en el que se notan los primeros síntomas suele ser entre los 3 meses y el primer año de edad del cachorro.
Es hereditaria, ya que el perro portador de la mutación no desarrolla la enfermedad transmitiéndola a la mitad de su camada. En la práctica, el perro «portador» es el responsable de la propagación de la enfermedad en toda la raza. Los cachorros «infectados» cuentan para aumentar la posibilidad de propagar la mutación. Los padres de un cachorro que tiene esta mutación también pueden ser portadores sanos de la enfermedad. El síndrome consiste en una lesión continua de los miembros inferiores, es decir, de las extremidades del pie, hasta el corte de uñas y la autoamputación.
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Síndrome de autolesión de la pata en perros: la prueba AMS
¿Qué es esta prueba y cómo puede ayudar al diagnóstico? Gracias a años de investigación, los investigadores de la sección de Genética Canina del CNRS-Universidad de Rennes han desarrollado una prueba de ADN que detecta esta enfermedad en determinadas razas caninas, a saber: Springer Spaniel Inglés, Pointer Inglés, Spaniel Francés y Perro de Paso Alemán.
Esta prueba es importante para los criadores que quieran evitar el riesgo de que sus cachorros desarrollen esta enfermedad. En la práctica, hay que examinar el estado genético del perro y excluir la presencia de reproductores de SUS en el perro. esto facilitará la selección de perros para el apareamiento, limitando los efectos y la propagación de la enfermedad.
Síndrome de la pata autolesiva en perros: causas y reacciones
Si notamos que nuestro perro está estresado y nervioso por diversos motivos, y saca su estado de ánimo lamiéndose las patas y mordiéndose hasta hacerse daño, debemos intervenir rápidamente. Las flores de Bach, un remedio natural de la China homeopática, han demostrado su eficacia en este campo. Pueden administrarse en forma de gotas u otras soluciones. Tienen un efecto calmante y relajante en los perros estresados y nerviosos.
Pero, ¿cuáles son las causas subyacentes de este trastorno que lleva a la autolesión? Entre los diversos motivos que estresan a un perro, desde una mudanza (Lea aquí: Mudanza con su perro: las reglas de oro para un cambio de casa sin estrés), la llegada de un niño recién nacido y la tensión en el hogar, las autolesiones suelen ser un efecto de la ansiedad por separación. Se desarrolla cada vez que el dueño está ausente: el perro asume entonces una actitud que primero le sirve para reconfortarse en sus sentimientos de malestar y abandono, y luego ya no puede prescindir de él. De hecho, puede ocurrir que Bobi, además de perder la sensibilidad de sus patas y extremidades, también pierda la conciencia del daño que se hace a sí mismo. Se trata del agravamiento de un tic que se convertirá en algo casi automático y que podemos notar incluso cuando el propietario está presente.
Si los remedios naturales no son suficientes, hay que acudir a un experto en comportamiento. Sólo este especialista en comportamiento podrá corregir esta conducta perjudicial en su perro: los métodos de bricolaje suelen ser inútiles e ineficaces. Los métodos de bricolaje a menudo resultan inútiles y de poco valor, y se corre el riesgo de perder un tiempo valioso para resolver el problema.
¿Qué puede hacer el propietario? En primer lugar, no hay que darle al perro lo que quiere con esta actitud, es decir, nuestra atención, sobre todo antes de ir a trabajar. No debemos mimarle demasiado antes de salir, pues de lo contrario nuestra actitud podría compensar el hecho de que pronto le dejaremos solo. Por otra parte, salir a la calle debe formar parte de las actividades cotidianas normales, a las que el perro tendrá que acostumbrarse, a su pesar. Al mismo tiempo, es necesario volver a entrar sin darle «demasiadas fiestas» porque esto también podría parecer nuestra forma de disculparnos por no haber estado allí. Será difícil ignorarlo, ¡pero es por su propio bien!