Pérdida de Apetito de los perros: causas y trucos para hacerle comer


El calor suele provocar la pérdida de apetito en los perros: esto es lo que hay que hacer si los hábitos alimenticios y el apetito de tu perro cambian en verano.

El perro cambia de apetito

Aunque es un problema que se presenta puntualmente todos los años, con la llegada del fuerte calor, nunca se está del todo preparado para afrontar la alimentación del perro en verano. Ni que decir tiene que hay que variarlas con precisión para evitar los riesgos de inapetencia canina y un cambio importante de apetito. El calor tiende a descomponerlos, pero es importante tratar la deshidratación y la falta de energía que pueden afectar a nuestros amigos de cuatro patas.


Los perros y el calor: una historia en sí misma


Cada perro es diferente, pero hay ciertas cuestiones que afectan a los animales en general: el calor puede tener efectos más o menos graves, a veces devastadores, pero diferentes para cada ejemplar. Son varios los factores que influyen en la gravedad del problemas y en la correspondiente capacidad para afrontarlo: la raza, el tamaño, la edad, el estilo de vida y las condiciones ambientales externas. Hay algunos perros que no sufren especialmente el calor, mientras que otros pierden el apetito, presentan letargo y falta de energía. La pérdida de apetito no debe alarmarnos demasiado, a no ser que la causa haya que buscarla en otros factores, tal vez ligados a alguna patología: si, por el contrario, la falta de apetito se prolonga durante días, es conveniente contactar con un veterinario.


Si el perro no come y cambia de apetito: qué hacer


¿Nuestro perro no tiene ganas de comer por el fuerte calor? Hay algo que podemos hacer para aliviar el malestar y estimular su apetito. Comer menos no es malo, si su perro no puede obtener suficientes nutrientes esenciales para sus necesidades naturales. Pero cuidado: comer menos no es sinónimo de carencia nutricional: ¡sólo hay que elegir los alimentos adecuados! Podemos hacer algo al respecto: la elección de la comida de verano, apetitosa y nutritiva al mismo tiempo, depende de nosotros: se necesita un alimento completo que enriquezca sin hacer pesado a Bobi.


La elección de los alimentos: un paso fundamental


Además de preferir los alimentos de alta calidad y desconfiar de los que se eligen sólo por la relación calidad-precio, hay que fijarse en las propiedades de los alimentos. La primera distinción que hay que hacer es entre la u y la o: la primera, rica en agua, es también la que se deteriora más rápidamente. Por eso hay que evitar dejarlo en el recipiente durante mucho tiempo: el calor puede hacer que se pudra rápidamente. Las croquetas, en cambio, aunque son menos ricas en agua, son una excelente solución gracias a su resistencia a las altas temperaturas. Debido a la falta de agua y al riesgo de deshidratación, el perro puede preferir la comida en u: intentemos combinar croquetas y comida en u para satisfacer a todos. Otra idea son los snacks liofilizados para perros, que son unas prácticas y sabrosas golosinas de carne fresca. No necesitan ser refrigerados y están listos para comer, además son fáciles de llevar para el dueño: también puede ser una buena idea desmenuzarlos encima de las croquetas para que sea menos agitado.


Una comida más sabrosa

Perro

Además de mezclar croquetas y gachas, otra idea es añadir sabor al plato para hacerlo más sabroso: hay algunos trucos como añadir queso fresco rallado o caldo que no esté caliente, o carne picada: esta última, sin embargo, puede resultar un poco pesada e indigesta, por lo que es mejor no exagerar con las raciones. Puede ser una buena idea añadir yogur a la comida, especialmente si el perro tiene una carencia de calcio: también contiene bacterias lácticas, como el potasio, que regulan la flora intestinal y refuerzan el sistema inmunitario del perro. Pero tenga cuidado de no excederse: ¡demasiados productos lácteos pueden ser malos para su perro!


Tiempo de alimentación


El momento de la comida es tan importante como la elección de los alimentos. Hay que evitar las horas calurosas del día, es decir, de 12 a 14.30, por lo que hay que preferir las horas más frescas. Lo ideal es que las primeras horas de la mañana y alrededor de la puesta de sol sean los momentos más agradables para disfrutar de una comida al aire libre. Otro truco a adoptar podría ser dividir la comida en varios momentos del día: es mejor hacerle comer pequeñas porciones varias veces al día, en lugar de sobrecargar su estómago con una gran comida. En realidad, ésta es una regla de oro que se aplica durante todo el año, no sólo en los meses de verano.


LEA TAMBIÉN: Dieta BARF: así es como y cuándo se recomienda


Comidas menos energéticas

Verduras para perros

Cuando hace calor, su perro no querrá correr y dar largos paseos, sino que tenderá a correr hacia abajo y permanecer en el interior con el aire más fresco. Como resultado, en verano quemará menos calorías y tendrá menos necesidad de almacenarlas, a diferencia de lo que ocurre en invierno, cuando requiere más energía (en los meses fríos, el perro quema calorías sólo para mantenerse caliente y mantener una temperatura corporal constante). Sin embargo, esto no significa que sólo deba alimentar a su perro con frutas y verduras: algunas de ellas están absolutamente prohibidas para los perros, y el porcentaje de productos vegetales en la dieta equilibrada de Bobi no debe superar el 5%. También es cierto que algunas frutas típicamente veraniegas, como la sandía y el melón, son muy sabrosas, bajas en azúcar y ricas en agua.


Agua, agua y más agua

El perro bebe agua

Uno de los problemas más frecuentes de los perros en verano está relacionado con la deshidratación canina: para evitar este riesgo es importante que Bobi tenga siempre agua fresca, no fría, a su disposición. El agua a una temperatura demasiado baja puede afectar negativamente al proceso digestivo y provocar otros problemas gastrointestinales con episodios de vómitos y diarrea. Si tenemos que ausentarnos de casa durante varias horas o incluso días, debemos conseguir un cuenco metálico, que mantendrá el agua fría durante más tiempo, y quizás un dispensador tanto de comida como de agua: cuando la necesite, irá a la máquina y la activará con la pata. Por supuesto, si sale con su perro, no olvide llevar una botella de agua.


Si tenemos dudas sobre cuál es el alimento más adecuado para nuestro perro, podemos pedir consejo a nuestro veter inario, que valorará su estado y ciertos factores como la edad y la raza de nuestro perro y podrá aconsejarnos sobre los mejores alimentos que debemos incluir en su dieta.



Deja un comentario