qué la causa y cómo tratarla

La enfermedad de Lyme puede poner la vida de tu perro en grave peligro: lo mejor es informarse sobre cómo prevenirla, reconocer los síntomas y tomar medidas.

La enfermedad de Lyme en los perros

Qué atentos estamos con nuestros amigos de cuatro patas! Nunca podemos perder de vista su salud, por eso es fundamental llevarlos al veterinario y hacerles revisiones periódicas y vacunaciones. Pero, ¿qué hacer si se les diagnostica la enfermedad de Lyme? Es bueno saber un poco más sobre esta enfermedad para poder alertar al experto sobre cualquier síntoma que hayamos notado en nuestro perro. Él sabrá qué hacer para ayudarle. Por ello, es nuestra labor dar la voz de alarma si notamos ciertos síntomas, como los que vamos a enumerar en breve.

La enfermedad de Lyme: qué es

Como esto no es una revista científica, en este artículo nos detendremos en las características generales de esta patología para tener una idea más clara de lo que es y sobre todo para aprender a distinguir las primeras señales que nos envía nuestro perro. Se trata de una enfermedad infecciosa, también conocida como borreliosis, por el nombre de la bacteria que la causa, Borrelia burgdorferi. No sólo ataca a los perros, sino también a otros animales e incluso a los humanos.

La enfermedad se origina en Europa, sobre todo en el norte (Austria, Eslovenia, Eslovaquia, etc.) y llega hasta Italia. ¿Quién transmite la enfermedad? Los roedores salvajes, pero en el caso de los perros, los principales vectores son las garrapatas de la madera, típicas de estos lugares y de otros entornos con mucha vegetación. Cuando una garrapata ataca a un perro, le extrae sangre y en ella las bacterias penetran en la piel, extendiéndose por todo el cuerpo de la víctima.

La enfermedad de Lyme: su aspecto

¿Cuáles son los signos más evidentes de la enfermedad que afecta a nuestro amigo de cuatro patas? No es fácil distinguirlos, ya que pueden ser varios y muy diferentes. Inicialmente, el animal puede presentar una irritación de la piel, justo en la zona donde la garrapata ha penetrado en la carne. No demos por hecho que lo notaremos inmediatamente, ya que el pelaje del perro (sobre todo si es grueso y largo) puede ocultar fácilmente el apuro. Cuando el perro ha sido golpeado por la garrapata, significará que la infección se manifestará en todos sus síntomas después de una inción de dos a seis meses.

Los signos de la enfermedad de Lyme en los perros suelen ser:

  • las altas temperaturas,
  • la inapetencia,
  • pérdida de peso excesiva,
  • sensación general de agotamiento,
  • Ganglios linfáticos inflamados,
  • el letargo,
  • dolor muscular
  • Dificultad para caminar (incluida la hinchazón de las extremidades).

Todos estos síntomas pueden aparecer de forma intermitente, por lo que hay que tener cuidado de no perder de vista al perro ni siquiera durante los periodos de latencia.

Los riesgos de la enfermedad

La enfermedad de Lyme en los perros

Una vez dadas algunas indicaciones generales, conviene saber cuáles son los verdaderos peligros para la salud y la vida de nuestro amigo de cuatro patas. Es fundamental avisar a tiempo al veterinario para evitar que se extienda rápidamente y que el organismo tenga más dificultades para reaccionar. Al tratarse de una enfermedad multihémica, también puede arraigar en órganos vitales como los riñones, el corazón y el hígado. El cuerpo del perro necesita tiempo para reaccionar: los anticuerpos tardan hasta un mes y medio después del ataque de la garrapata, independientemente de que el perro haya sido tratado con medicamentos o no.

Qué puedes hacer con la enfermedad de Lyme

La buena noticia es que se puede curar, si se diagnostica a tiempo y se trata adecuadamente por un experto. La mala noticia es que se puede curar si se diagnostica a tiempo y es tratada adecuadamente por un experto, pero lo malo es que el tiempo que se tarda en hacer el diagnóstico es demasiado corto: hay que estar muy atento al estado del animal para que no se nos escapen los primeros signos.

Por lo tanto, es esencial mantener los ojos abiertos y conocer a su amigo peludo, y su veterinario puede recomendar el tratamiento de la enfermedad con antibióticos que contengan azitromicina, amoxicilina y doxiciclina. Por consejo del experto, el tratamiento puede prolongarse hasta tres semanas.

Sin embargo, lo mejor, como en todos los casos de enfermedad, es la prevención, y el método más eficaz es, por supuesto, las vacunas (haga clic aquí para leer más sobre las vacunas para perros). Con los avances de la medicina veterinaria, se han descubierto vacunas muy eficaces contra diversos tipos de patógenos. Sin embargo, la vacunación contra el Lyme no es estrictamente necesaria, excepto para los perros que viven en zonas donde prolifera este tipo de garrapata. El tratamiento preventivo debe realizarse antes de los períodos de mayor riesgo (febrero-marzo).

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