¿Tiene uno pero sabe poco sobre la salud del pastor australiano? Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre las enfermedades más comunes y cómo mantenerlos sanos, desde el cuidado del pelaje hasta el ejercicio.
Al verlo tan sano y despierto, nunca se pensaría que la salud del pastor australiano se viera amenazada por una enfermedad, incluso grave, pero desgraciadamente es así. Aunque este espécimen ha acompañado al hombre de allí en el duro trabajo en el campo o en los recorridos ambientales, puede sufrir algunas enfermedades. Y nosotros, como propietarios, no sólo podemos vigilar la salud de su cuerpo, sino también la de su pelaje con los cuidados y la atención adecuados: esto es lo que hay que saber sobre la salud del pastor australiano.
El fi del pastor australiano: cómo reconocerlo
Un perro fuerte con una musculatura vigorosa, atlético, dinámico y con ganas de correr y dar largos paseos: así es como nos parece el Pastor Australiano. Las orejas triangulares enmarcan un rostro que encuentra su punto en los dos ojos de diferente color: desde el marrón claro hasta el ámbar y el azul.
Un bello pelaje largo concluye un cuerpo cuya longitud varía entre 51 y 58 cm a la cruz para los machos y entre 46 y 53 cm para las hembras, para un peso máximo de 22 kg (de hecho, pertenece a la clase de peso a). También destaca por su largo pelaje multicolor: el negro es sustituido por el blanco con tonos marrones, de más claro a más oscuro.
Es su grueso y duro pelaje el que le protege de las inclemencias del tiempo, a las que tiene que hacer frente cuando acompaña a su querido amo en la nieve. Sin embargo, no puede preservar su salud de todo: de hecho, hay ciertas patologías, sobre todo a nivel óseo, que pueden debilitarlo y apagar su necesidad constante de actividad: veamos cuáles son.
Salud del pastor australiano: las enfermedades más frecuentes
Aunque no muere por su aspecto, como todo perro, el pastor australiano también sufre, por desgracia, enfermedades más o menos graves, que pueden tener incluso consecuencias serias en su salud. Veamos cuáles son las más frecuentes en un ejemplar de esta raza, empezando por las hereditarias.
- Displasia de la cadera y del dedo del pie,
- epilepsia,
- problemas de oclusión dental
- enfermedades oculares: cataratas y ARP (Atrofia Retiniana Progresiva),
- sordera,
- OCD (Osteochondrosis Disnte, con crecimiento excesivo del cartílago),
- CEA (Anomalía del Ojo del Collie, una condición que puede conducir a la ceguera).
Por este motivo, es absolutamente importante mantener la salud de su perro bajo control en el veterinario: en el caso de enfermedades hereditarias, el experto puede recomendar medicación o incluso cirugía.
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Cómo cuidar el pelaje del pastor australiano
Es uno de los pinchazos del perro y merece ser atendido. El pelo de esta raza de perro es muy largo y grueso y necesita ser cepillado con regularidad, a diario, para evitar la formación de nudos y la pérdida de pelo (se recomienda un peine de pelo rey, ya que evita que el pelo se enrede). Eliminar el pelo muerto también favorecerá la regeneración del nuevo pelaje, además de mantenerlo limpio al eliminar la suciedad que inevitablemente se deposita en él.
Además de lavar a tu perro con regularidad (al menos una vez al mes), debes cuidar la limpieza de sus oídos para evitar inflamaciones y otitis en tu perro, su higiene bucal para que los residuos no se queden atascados en sus dientes y también aprender a recortar las uñas de tu perro para evitar que sean demasiado largas y dificulten su paseo.
Es importante que el pastor australiano no experimente el acicalamiento como una tortura: si somos hábiles en las operaciones que conciernen a su salud, seguro que apreciará el hecho de pasar momentos íntimos con su humano e incluso se alegrará de que le cuides.
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