¿Tu perro tiene una rabieta por comer y no sabes cómo solucionarlo? Descubramos las causas y veamos cuáles son los remedios más eficaces.
Normalmente tendemos a definir el rechazo de la comida como una rabieta. Por supuesto, hay muchas causas diferentes y es el deber del propietario entender qué está causando la falta de apetito del perro. Una vez descartadas las causas más graves, hay que entender por qué el perro se comporta así y cómo resolver el problema. Veamos lo que sugieren los expertos.
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Descartar otras causas
La falta de apetito de un perro puede tener varias causas: un perro que no come puede estar enfermo. No podemos estar completamente seguros de que Bobi esté teniendo una rabieta; sin embargo, un perro que está enfermo normalmente está aletargado y débil. Si tienes alguna duda sobre el estado de salud de Bobi, llévalo al veterinario inmediatamente.
En algunos casos puede ser simplemente el calor lo que hace que Bobi se salte sus comidas. En este caso, no le obligues a comer, ya lo hará más tarde. El mejor consejo en este caso es enfriar a tu perro.
Cuando son rabietas
Cuando descartamos el caue (mejor aún si es tu veterinario de confianza quien te ha sacado de dudas al respecto) la otra opción que queda en pie es la de los caprichos. El perro no come porque no le gusta lo que ha encontrado en el cuenco y está esperando algo mejor.
También hay que entender la causa de estos caprichos: cuando se producen es muy probable que sea el dueño el que haya creado, aunque sea involuntariamente, ciertos malos hábitos en Bobi, que acaba exigiéndolos. Es natural: el perro no puede entender por qué unos días come comida deliciosa (al menos a sus ojos) y otros días no.
Sin embargo, no siempre depende del dueño: una cosa es mimar al perro, esperando cada una de sus peticiones, y otra muy distinta hacer que Bobi pruebe algo nuevo de vez en cuando, lo cual es más que normal y correcto. Sólo que tendrás que dejarle claro a Bobi que no puede exigirlo siempre.
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Algunos consejos
Los caprichos de tu perro pueden tener diferentes motivos; en cualquier caso, aquí tienes una serie de consejos útiles para poner en práctica de forma general para resolver el problema, pero también de forma preventiva. Veámoslos juntos:
- Merendar sí, pero con ración: la merienda de tu perro es muy importante. Le ayuda a no llegar con demasiada hambre a la comida principal, que siempre es desaconsejable. Sin embargo, también puede ocurrir exactamente lo contrario, es decir, que el perro no llegue con suficiente hambre y, por lo tanto, descarte lo que no está en el primer lugar de su lista de deseos;
- Adopta la línea dura: si Bobi no come porque se está portando mal, no tiene sentido imitarlo. Retira el cuenco y preséntaselo de nuevo al cabo de unas horas, y así a lo largo del día. Lo atraparás… por hambre;
- No exageres en tu severidad: cuando el perro está acostumbrado a comer lo que le das, no exageres en sentido contrario. En resumen, de vez en cuando puedes darle a Bobi una pequeña recompensa.