Aunque a la mayoría le encanta estar al aire libre, en algunos casos ocurre lo contrario. A continuación se explica por qué un perro tiene miedo a salir a la calle y cómo ayudarle a superar su miedo.
Cuando adoptamos un perro, solemos imaginarnos dando largos paseos con él, quizá junto al mar, pero algunos perros pueden sorprendernos con su inactividad. En algunos casos se trata de un verdadero miedo a salir: el perro se niega a cruzar el umbral de la casa. Así, si algunos dueños de perros tienen que «pelearse» con los que siempre tienen la correa en la boca para salir al exterior, hay algunos que se encuentran arrastrándolos a la fuerza. Veamos cuáles son las causas de que un perro tenga miedo a salir a la calle.
Cuando su cachorro no quiere salir de casa
Cómo reconocer el miedo en su perro
A algunos dueños de perros inexpertos les puede parecer que es sólo una cuestión de pereza, pero un ojo atento se dará cuenta de que el perro es todo menos perezoso (Lee aquí: Perro perezoso: cómo ayudarle a superar el riesgo de sedentarismo). Es el miedo a salir al exterior cuando el perro no quiere acercarse a la puerta, no quiere bajar las escaleras y lo intenta todo para volver a entrar. Cuando le invitamos a salir o le enseñamos la correa, se esconde en algún sitio o, en algunos casos, se pone a chillar hasta llorar. Y luego prestamos atención a la apariencia del cuerpo: los extremos entre las y y las orejas caen.
Este es el tipo de actitudes de un perro que tiene miedo a algo: hay que tener paciencia y no obligarlo a hacer lo que no quiere. De hecho, si lo sacas a la fuerza, conseguirás el efecto contrario: Bobi perderá la confianza en nosotros y su nivel de estrés aumentará exponencialmente.
El perro tiene miedo a las escaleras: por qué y qué hacer al respecto
El perro tiene miedo de salir a la calle: posibles razones
Si hablamos de un perro que tiene un miedo «limitado», es decir, un perro que se niega a ir a un lugar determinado, como la consulta del veterinario, es otra cosa. Ese es un miedo que es común a todos los perros, a los que nunca les gusta visitar. Sin embargo, en general, el miedo a salir tiene causas más complejas, como las que se enumeran a continuación.
- Malas experiencias: si el perro, quizás de cachorro, ha sufrido traumas, violencia y se ha peleado con otros animales, puede tener miedo a salir de casa, ya que sólo en su propio hogar se siente seguro.
- Miedo al cambio: aunque se sabe que los gatos están especialmente apegados a su rutina, a los perros también les desagradan los cambios. Hay un miedo a lo desconocido, a lo que pueda pasar fuera, y el hecho de no poder estar en casa les perturba.
- Nunca ha tenido comida: no está acostumbrado a estar con los suyos o no ha estado con ellos el tiempo suficiente. En resumen, un perro puede tener miedo de encontrarse con otros animales porque no los conoce, no puede relacionarse con ellos y les teme. El momento de la alimentación debe ser cuando el cachorro haya completado todas sus vacunas y su sistema inmunitario sea lo suficientemente fuerte como para combatir cualquier enfermedad.
- Mudanza: Un cambio de casa, nuevas habitaciones y nuevos lugares ya pueden tener un efecto negativo en los perros. Pero, sobre todo, al pasar del campo o de una zona tranquila a la ciudad, los perros se sienten incómodos. Nuestros hábitos también tendrán que cambiar y tendremos que prestar más atención al perro y a su seguridad (Lee aquí: Mudanza con su perro: las reglas de oro para un cambio de casa sin estrés).
- Miedo al ruido: sobre todo cuando la casa está cerca de una calle muy transitada, el perro puede tener miedo de salir a la calle porque tiene miedo a los coches, pero también a las luces y al tráfico en general (Lee aquí: El perro tiene miedo a los ruidos: los más aterradores para él y cómo calmarlo). Tenga en cuenta que el oído de los perros percibe los ruidos y los sonidos con mayor intensidad.
- Problema de salud: Por último, el perro también puede estar enfermo y, por tanto, tener dificultades para moverse. Puede tratarse de una artrosis o de problemas en las patas o en la espalda (Lee aquí: Artritis y artrosis en perros: diagnóstico, síntomas y tratamiento).
Cómo ayudar a superar sus miedos
Si vamos a ayudar a nuestro perro, lo primero es no obligarle a hacer lo que no quiere. Así que armémonos de paciencia y, si realmente no podemos convencerle, intentemos contar con un experto en comportamiento. Intentamos convencerle con refuerzos positivos, premiando sus esfuerzos con su bocadillo o juguete favorito cada vez.
Además, no esperes «todo y a la vez»: dale tiempo a tu perro para que se acostumbre y deja que se acostumbre poco a poco. Bobi se acostumbrará a caminar distancias cada vez más largas.
Intentemos convertir el paseo en un juego estimulante, algo divertido y diferente: intentemos cambiar de dirección y llevarle a lugares que no conoce.