Cuidar de tu mascota de cuatro patas es una gran responsabilidad, por lo que debes tener los conocimientos adecuados sobre el bienestar canino. Hace tiempo se consideraba que las mascotas eran útiles para vigilar, pero ya no es así. Nuestros cachorros son verdaderos miembros de la familia y deben ser protegidos como tales. Su salud debe ser lo primero, con visitas regulares al veterinario. Una de las mejores formas de mantenerlos sanos es el uso de pesticidas para perros, pero desgraciadamente todavía hay cierta confusión al respecto.
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Qué son los plaguicidas y cómo actúan
Empecemos por lo básico, el antiparasitario es un producto útil para matar o eliminar los parásitos e insectos que infestan el pelo y la piel del perro. Hablamos, por tanto, de pulgas, parásitos, mosquitos y garrapatas, pequeños animales que pueden causar mucho daño a nuestro cachorro ya que son portadores de enfermedades e infecciones.
Por eso, para cuidar a tu cachorro, es necesario protegerlo de todas las enfermedades que pueden aparecer tanto si pasa mucho tiempo fuera de casa como si se queda dentro con nosotros. Tanto si su cachorro es de tipo aventurero como sedentario, el producto antiparasitario es esencial, como mucho la frecuencia con la que se aplica puede cambiar. Hay muchos productos en el mercado que se adaptan a cada necesidad y a cada tipo de perro, pero como primer paso siempre hay que consultar al veterinario, que comprobará si hay pre-resinas.
Qué plaguicidas elegir
Como hemos visto, hay muchos tipos de productos en el mercado, por lo que es importante saber orientarse correctamente. La elección puede depender de la raza del perro, de su tamaño, de su pelaje, de los parásitos anteriores e incluso del tipo de parásito que se quiera combatir. Hay productos para los parásitos adultos o para los huevos. Entre los más utilizados están los productos spot-on, es decir, parasiticidas líquidos que se aplican en gotas sobre la piel del animal, a menudo en forma de gránulos. Ofrecen protección contra parásitos externos como pulgas, mosquitos y garrapatas.
Entre los tipos menos invasivos están los collares antiparasitarios, que suelen proteger durante 4-10 meses. A menudo se combinan con sprays, que son excelentes para rociar las zonas más frecuentadas por el perro, como la caseta o los muebles de la casa, y con champús, que son útiles para la prevención pero no son suficientes por sí solos. Si todavía no está seguro de su elección y no sabe a quién dirigirse, infórmese sobre los pesticidas en www.isoladeitesori.it.
Cuidado con los tratamientos de bricolaje, si no eres un experto siempre es mejor evitar métodos poco profesionales que puedan poner en peligro la salud de tu mascota.
Método y calendario de aplicación
La aplicación es bastante sencilla, pero hay algunos consejos que debes poner en práctica. El mejor método es hacer que el perro se acueste boca abajo, teniendo cuidado de no dejar que el producto baje porque el cachorro podría lamerlo. El producto debe aplicarse sobre la piel y no sobre el pelo, y es mejor aplicarlo después de que su cachorro haya corrido bien, para que se quede más quieto durante el ejercicio. Por lo general, el producto se aplica en diferentes puntos de la columna vertebral, la posición puede depender de cada plaguicida. Lo mejor es acostumbrar a su mascota al producto desde que es un cachorro, quizás premiándolo inmediatamente después por permanecer tranquilo.
En cuanto a la frecuencia de aplicación, es absolutamente necesario leer las instrucciones o preguntar a un veterinario. Por lo general, los productos spot-on tienen una duración mensual, que debe respetarse especialmente durante la temporada de calor, cuando las pulgas y garrapatas son más activas. Por lo tanto, durante los meses de verano hay que tener cuidado, pero sigue siendo bueno proteger al perro durante todo el año.
Pesticidas naturales: ¿sí o no?
Hay dos tipos de plaguicidas, los naturales y los químicos. Los plaguicidas químicos tienen la particularidad de ser más eficaces en la protección, pero pueden causar molestias y daños a los propietarios que conviven con el animal. También se suele evitar este tipo de plaguicidas si el animal es de edad avanzada, está preñado o enfermo. El plaguicida natural, en cambio, es menos invasivo, pero requiere un par de días antes de ser efectivo. Entre los más utilizados están el aceite de neem y el de pulpa, algunos de los cuales también contienen fragancias que mantienen alejados a los insectos.
Con un plaguicida no hay ningún riesgo, ni para el propietario ni para el animal. La solución ideal, como suele ocurrir, se encuentra en algún punto intermedio. A no ser que haya ciertas especies mencionadas anteriormente que hayan sido verificadas por un veterinario, la solución ideal es utilizar ambas. De hecho, este plaguicida natural es un excelente complemento de los plaguicidas más habituales.